Capítulo 25: "A veces la primera vez, no siempre es la primera"

6 1 0
                                    

Esa noche celebró la graduación por todo lo alto con sus compañeras, pero no podía dejar de pensar en Eric, en que ojalá el tiempo pasara rápido para volverle a ver.
La fiesta terminó a las 5 de la mañana, y Gala volvió al piso para descansar, aunque se pasó toda la noche dando vueltas en la cama con una actitud muy inquieta. Dos horas después, al fin consiguió quedarse dormida.
A las 11 de la mañana, sonó el despertador y rápidamente pego un salto de la cama. Su rostro transmitía felicidad, a la vez que cansancio, apenas había dormido cuatro horas, pero no importaba, al fin había llegado el día, el día de su primera cita con Eric.

12 de marzo de 2020:
Retiro las cortinas y al abrir las ventanas entraba un sol radiante, el 12 de marzo iba a ser un gran día, su corazón lo sentía.
Abrió el armario y se puso como loca a sacar ropa de el, no sabía que ponerse, quería ir radiante.
Tras probarse cincuenta outfis, encontró uno que le quedaba perfecto. Se trataba de un vestido negro corto, con una blazer roja que resaltaba con su pelo castaño, y unas deportivas blancas, para así ir más cómoda. En cuanto al pelo, tenia cita en la peluquería para cortaselo más o menos a la altura de los hombros.
Cuando termino de vestirse y de maquillarse, se fue corriendo a la peluquería. Iba justa de tiempo. Menos mal que la peluquería estaba a solo cinco minutos andando desde casa. Salió de la peluquería a las dos del mediodía, y volvió a casa para comer. En el camino de vuelta iba más relajada porque ya estaba lista para su cita.
Aún quedaban dos horas para las cinco de la tarde, Gala se moría de los nervios, pero eran unos nervios bonitos, de estos que te recuerdan que estás más vivo que nunca, nervios que hacen que te retumbe el corazón cuando vas a volver a ver a alguien a quien tienes muchas ganas de ver.
Esa mañana apenas había mirado el móvil por lo ocupada que había estado, por lo tanto no había hablado mucho con Eric.
Había llegado la hora de irse. Eran las cuatro y media de la tarde y tenía que ir hasta la puerta del Moulin Rouge, allí era donde había quedado con Eric, por lo que había que salir con tiempo para llegar puntual.
Por el camino, miles de preguntas invadían su cabeza: -¿sentirá el por mi, lo mismo que yo siento por el? -¿será una cita desastrosa, o será una cita que no olvidare jamas?
Entre tantos pensamientos, el camino se le hizo muy corto. Llegó al Moulin Rouge, y allí estaba el, esperándola... Tan guapo, con unos pantalones pitillo negros, un jersey beis de cuello alto y una chaqueta marrón.

Eric: -Hola preciosa. dijo acercándose a Gala para darle dos besos en la mejilla...
Gala: -Hola precioso. Al fin ha llegado el día. ¿A donde me vas a llevar?
Eric: -Ahora lo verás.

Se dirigían hacia una crepería muy famosa en Paris, "La borbucheria." Era el sitio favorito de Eric para merendar y no había podido acertar más con llevar a Gala allí, porque ella amaba todo lo relacionado con el chocolate.
Mientras merendaban sacaron muchos temas de conversación y a ambos les deletaba la mirada, se morían el uno por el por el otro.
Después de la merienda se sentaron en un banco cerca de un río, lleno de patitos.

Gala: -El otro día me dijiste que tenías algo que contarme y que lo harías cuando me volvieras a ver. Ahora es el momento.
Eric: -Mejor te lo demuestro. Ven aquí anda.

Gala se acercó, Eric la estrechó entre sus brazos, le miró a los ojos, retirándole el pelo de la cara y la beso.
A Gala ese beso le supo diferente a todos los demás. Era un beso que sabía a la esencia del amor, a lo mutuo, a las ganas... y ahí fue cuando comprendió que a veces la primera vez, no siempre es la primera.
Sentía que esta vez si había encontrado su sitio por primera vez. El sitio a donde poder volver cada vez que el mundo se le viniera encima. Ese sitio se trataba de una persona: Eric.
Agarrados de la mano se dirigieron hacia el hotel donde Eric se estaba quedando a dormir.

Eric: -Quédate un ratito más. Es lo único que pido para hoy. El tiempo a tu lado pasa demasiado rápido.

Gala aceptó. Entraron a la habitación y se tumbaron en la cama. Allí permanecieron mirándose entre horas. Todo era silencio. El silencio del amor. Afuera no existía nada más que ellos dos.
La tensión sexual cada vez iba aumentando más con tan sólo sus miradas.

Eric: -Me muero de ganas por hacerte mía.
Gala: -Yo también me muero de ganas, pero contigo quiero ir más despacio. Se que no eres como los demás que me han buscado solo para una noche y al día siguiente se han olvidado de mi. Pero aún así necesito mi tiempo.
Eric: -Por ti esperaré el tiempo que haga falta.
Yo no quiero contigo una sola noche.
Yo contigo quiero todas las noches que me queden por vivir.

Seguidamente ambos se abrazaron y se quedaron dormidos durante  toda la noche.

El final de un nuevo comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora