Capítulo 19: Nuestra misión.

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💋 AVISO: Contenido adulto.

Después de tanto llanto, al fin colapsó...

El cansancio cobró factura a su cuerpo tras varias noches en vela, exceso de alcohol y mala alimentación, quedando profundamente dormido en el regazo de Sakura.

Cómo ha podido, y gracias a su destacada fuerza pudo llevarlo hasta la cama para revisarlo, no hacía falta un estudio de laboratorio para darse cuenta que tenía un cuadro de deshidratación y desnutrición no tan severo pero sí muy notable.

Su piel pálida, sus labios partidos y las bolsas bajo los ojos, su cabello desalineado y su olor que le decían que no se había aseado en días, posiblemente desde que sepultó a sus padres.

No pudo evitar acariciar el cabello azabache mientras sentía lástima y más cariño que nunca. Volvió por su maletín para sacar su material, tomó los signos vitales y lo único alterado fue su temperatura corporal en 38.7°C que hacía sus mejillas sonrojar.

Bastaría con una solución intravenosa con un multivitaminico y un antipirético. Se dispuso a colocar la vía periférica, al ver las prominentes venas del Uchiha no pudo evitar emocionarse, —cosas que los profesionales de la salud adoran—.

Decidió asearlo con un baño de esponja, que le ayudaría a bajar la fiebre, así que caminó hasta el cuarto de ducha y tomó lo que necesitaba; toallas, jabón y agua fría. Con todo el cuidado posible lavó su cabello y con una esponja jabonosa pasó con delicadeza por su cuerpo masculino evitando tocar zonas privadas. Lo hizo con tal deleite, deteniéndose cada que podía por sus marcados músculos, su cara enrojeció inevitablemente.

Una vez terminado debía regresar al sanatorio, se disponía a alejarse pero sintió el agarre de la mano de Sasuke. Ella volteó y lo miró desde su altura, se dió cuenta que él seguía inconsciente y sin embargo seguía sujetando su mano impidiendo que se alejara.

Lo miró con calidez y sujetó con ambas manos la de Sasuke.

—Tranquilo, volveré para cuando despiertes, lo prometo, por ahora descansa.

Pareciera que pudiera escucharla así que aflojó su agarre y la dejó ir con una mueca de desagrado. Entonces Sakura se marchó un poco más tranquila.

Al bajar las escaleras se dispuso a buscar a la pelirroja, logró ver su larga cabellera a la distancia cayendo sobre uno de los sofás de la enorme estancia.

—¿Karin?

La Uzumaki se levantó de un salto dejando su copa de vino sobre la mesa para girarse hacia dónde la habían llamado.

—¿Si? ¿Qué pasó? ¿Cómo está Sasuke?

—Estará bien, le coloqué un intravenoso.

—Oh, me alegra.

Un silencio incómodo...

—Emh, bueno, me gustaría venir por la noche, cuando termine mis labores del día.

Karin se ha quedado en silencio, cómo pensando en algo, o más bien tramando algo.

—Me imagino que debe ser difícil por los guardias, pero...

—Tengo una idea — su mirada pícara y su sonrisa traviesa no era una buena señal.

La pelirosa guardó silencio, esperando que la otra chica continuara.

—Vamos a necesitar peluca roja, lentes de contacto, ¡y listo! — alzó los brazos.

» Está chica realmente estaba loca, pero agradecía su ingenio.

Esclavo del amor [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora