Esclavo del amor [Secuela]

Capítulo 9: Consedido.

Capítulo dedicado a una fiel lectora, seguidora y amiga. ❤️
Con cariño para la depravada.
Uchiha_Hemy

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💋 AVISO: Contenido adulto.

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—Se ve espectacular esta noche — dijo a la chica castaña sentada al otro extremo de la mesa circular.

Sus mejillas y orejas enrojecieron en respuesta, llevando un mechón de cabello hacia atrás.

—Hasta me siento apenado al traerla a un lugar como este, todo se ve opacado comparado a usted — elevó su copa de cristal con agua en forma de brindis hacia ella y luego la llevó a sus labios para beber un sorbo.

»Maldita sea Izumi, mantén la compostura.

El lugar era hermoso, con vista a la costa, elegante y se veía costoso, se sentía fuera de lugar allí, pero si Itachi le mentía con que ella era aún más bella no le importaba, le creía.

—A-agradezco el cumplido — evitó mirarle —pero no me gustaría mal interpretar esto, pareciera...

—... Una cena romántica entre dos amantes — terminó la frase interrumpiendo sus palabras.

Ella alzó la mirada para encontrarse con unos intensos ojos negros, él la miraba serio mientras la chica se ponía cada vez más roja.

—¿Y sí fuera así? Para mí sería un halago que pensaran eso.

—Ya-ya lla-amamos lo sufi-ficiente la atención — se removió incomoda en su asiento mirando disimulada alrededor.

Las miradas de muchos clientes y empleados estaban sobre la elegante pareja, suspirando y muriendo de envidia por lo bien que ambos se veían.

Itachi también miró su entorno, pero no le incomodaba en lo absoluto, ya estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, a donde quiera que iba robaba la atención y suspiros.

—Bien, podemos ir a un lugar más privado — se inclinó un poco hacia la mesa y buscó el contacto visual de su presa.

Izumi no creyó lo que escuchó y por poco se desmaya, sintió sus piernas flaquear, que sí no fuera porque estaba sentada, hubiera caído al suelo.  No dijo nada, no porque no quisiera, no podía, solo quería ocultar la pena en su rostro y clavó la mirada en su regazo.

¿Estaba soñando?

No podía identificar si eso era real o una de sus tantas fantasías con Uchiha Itachi, estaba enamorada de él desde que lo vio hacer su servicio militar a los 18 años... Han pasado 7 años desde entonces.

El moreno se puso de pie y avanzó hacia el otro extremo de la mesa, extendió su brazo ofreciendo la mano a la chica de ojos avellanas.

—¿Entonces, Señorita? — sonrió, sabiendo el efecto que eso causaba.

No lo pensó, cuando su mano sola viajó hasta tomar la del Uchiha, su mirada perdida en tan encantador rostro, su corazón amenazaba con salir de su pecho durante toda la velada.

(...)

Viajaban en su auto por la carretera que daba al mar, la noche había caído sobre el océano y el cielo estaba nublado, no se podía ver la luna o las estrellas y posiblemente llovería.

Estuvieron conversando durante el camino, y por primera vez ella se sintió cómoda hablando con él, incluso rieron en más de una ocasión por anécdotas diversas de sus experiencias de vida.