Capítulo 7: Mi Juguete

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La chica de cabello castaño estaba nerviosa, su pie derecho se movía rápidamente contra el suelo simulando un trote mientras esperaba sentada a las afueras de la oficina del capitán Uchiha.

Izumi vestía su uniforme blanco y portaba su gorrete sobre sus piernas mientras lo sujetaba con las manos, dándole vueltas en repetidas ocaciones.

Había sido citada en la comandancia del puerto de Kobe, donde se sabía que el capitán Itachi llevaría un caso muy importante donde Estados Unidos se veía involucrado.

La Teniente Uchiwa Izumi vería por primera vez al hombre que más admira y respeta, su amor platónico desde hace mucho, y a pesar de haber practicado tanto su encuentro, los nervios la estaban traicionando al punto de haber olvidado hasta el porqué estaba allí.

—Buenos días.

Dio un pequeño sobresalto y giró lentamente su cuello, aún sujetando su gorrete. Quedó helada, Itachi Uchiha vestía un trage negro y corbata, alto y delgado con unos anchos hombros y amplio pecho, unos ojos ónix profundos tras unas pequeñas gafas, un cabello azabache atado delicadamente en una coleta.

»Que los dioses la ayudarán, él era mucho más atractivo en persona.

—Supongo que es usted la médica forence que me ayudará con un caso — sonrió como solo él podía hacerlo —soy el capitán Uchiha

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—Supongo que es usted la médica forence que me ayudará con un caso — sonrió como solo él podía hacerlo —soy el capitán Uchiha.

Cayó en cuenta que debía verse como una estúpida ahí plasmada sin decir nada, se puso de pie y dio una reverencia exagerada.

—¡Soy la Tte. Fta. Uchiwa Izumi! — se reincorporó recta y dio un saludo con su mano sobre la frente —¡Estoy a sus órdenes mi Capitán!

Itachi dio una pequeña risita y ella se quiso morir de vergüenza.

—No es necesario tanta formalidad — le regaló una sonrisa amable —espero que hagamos un excelente equipo.

La cara de la chica ardió más, ese hombre era demasiado. —S-sí mi capitán.

—Llámame Itachi. ¿Te puedo llamar Izumi? — volvió a sonreír —creo que es un buen paso para iniciar una buena conexión en el trabajo.

¿Quién le diría que no a él? —Por supuesto... Itachi — sonrió nerviosa.

—Bien, ya que nos presentamos, pasa a mí oficina, vamos a hablar del caso antes de ir a ver los cuerpos que necesito que revises — avanzó hasta su oficina con un semblante serio, abrió la puerta y le dio entrada a la chica como todo un caballero.

El corazón de Izumi amenazó con salirse de su pecho a cada minuto que estaba cerca de él.

Una vez adentro y que ambos tomaron asiento, Itachi habló.

—Seré claro; es un caso en el que llevo trabajando más de tres años, y como te habrá llegado en el informe, ya sabrás que es referente a una banda delictiva influyente en tres países, en sí no es algo pequeño, sino todo lo contrario, son terroristas que se hacen llamar «Akatsuki» una organización bastante peligrosa que busca la paz a base de dolor, la justicia a base de sus ideales, y para muchos, los “Robín Hood” de los desamparados.

Esclavo del amor [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora