La hija de Molly (Peter Pan y tú)

༼ La angustia༽

Nunca Jamás estaba desolado. Las hadas habían dejado un gran vacío en el reino y ninguno sabía cómo llevar a cabo sus tareas de mantenimiento sin ellas.
No había ningún nuevo brote de hierba, o ningún nuevo árbol creciendo; las flores no florecían y el clima era bastante invernal para lo que solía ser normalmente.
Las hadas permitían que la vida ahí fuera de máxima calidad y sin ellas, no faltaría mucho tiempo antes de que los recursos empezaran a escatimar.
Tras el incidente con Garfio, se decidió crear una asamblea con todos los seres de Nunca Jamás.
Los elfos, los niños perdidos, y Campanilla, la única que no había sido capturada por Garfio, estaban consternados por lo sucedido.
-Tenemos que hacer algo- dijo uno de los niños perdidos.
-¿El qué? No sabemos ni dónde está ahora, ¿cómo vamos a encontrarle?
-Lo que no podemos hacer es rendirnos. - las palabras de ______ retumbaron por toda la sala.
Peter la miró con angustia ya que no sabía que plan había hecho en su mente.
-Hay una forma - dijo ______ mientras se rascaba de forma nerviosa el brazo.
Todos los presentes guardaron silencio expectantes de sus palabras.
-Puedo intentar localizarlo con mi poder, he estado practicando estos días con mi padre, pero no estoy segura de poder conseguirlo...
La cara de los niños perdidos se iluminó ante un atisbo de esperanza.
-Ten cuidado - susurró Peter.
______ asintió.
Se llevó a ______ a una sala oscura para ayudarla a la concentración y se dispuso a intentar encontrar a Garfio.
El espacio onírico formado era parecido a Nunca Jamás, no había ningún atisbo de otra presencia ahí hasta que algo se oyó a su espalda.
______ se giró con decisión pero no vio nada.
Volvió a escuchar el ruido pero esta vez más cerca. ______ seguía sin ver nada. Una densa niebla empezaba a cubrir su espacio onírico y no sabía de qué se trataba, pero algo estaba nublando su visión.
Una voz titilante sonó en las sombras, muy apagada.
______ intentó agudizar el oído pero no pudo entender el mensaje.
Entonces la voz sonó casi a su oído.
-Ayúdanos.
______ se estremeció. La voz no provenía ni de las hadas, ni de garfio ni de nadie conocido.
La voz provenía de la propia niebla.
-¿Quiénes sois?
-Ayúdanos.
-¿Ayudaros?
-Ayúdanos.
La niebla no paraba de susurrar esa palabra y cada vez se hacía más difícil escucharla.
La niebla se fue disipando hasta quedar de nuevo el espacio onírico creado por _______.
_______ no pudo evitar sentirse ansiosa y llamó a Peter para contarle lo que había visto. Necesitaba a su amado para calmar los nervios y descifrar de qué se trataba.