[Epílogo pt. 3- El rey]

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Peter Y _____, se sentaron en el sofá expectantes de la historia que estaba a punto de narrar su padre.
-«Cuando llegué al País de Nunca Jamás, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, por aquel tiempo, en el orfanato donde residía, solo nos daban de comer una barra de pan seco y gachas, pero cuando llegué a Nunca Jamás, los banquetes que me ofrecieron las hadas fueron lo mejor que he comido, yo era un joven de unos 17 años, sí, un poco mayor para ir allí, pero realmente la edad no importa, lo que importa es en lo que crees, pues bien, las hadas me acogieron y me educaron como a uno más. No había muchos niños perdidos, solo éramos cuatro; Cler, Max, Tommy y yo. Un día, un barco pirata llegó a la isla, el capitán, nos ofreció riquezas y un viaje de vuelta a su ciudad a cambio de terrenos, desafortunadamente, Tommy aceptó, y no regresó.
Max, Cler y yo, nos acabamos aliando para expulsar al capitán Garfio de Nunca Jamás, y fue entonces cuando Cler me traicionó, era una espía, y le arrebató la vida a Tommy. Solo quedaba yo, el protegido de las hadas. Fui nombrado entonces rey de Nunca Jamás  y aunque no pude expulsar al capitán Garfio de allí, conseguí la paz, y así estuve años y años hasta que un día, llegó un barco lleno de niños, entre ellos, Peter, un joven que estaba perdido en sus propios pensamientos, y que no reaccionaba, parecía en shock. Según los otros niños, este había aparecido volando por la ventana del orfanato una noche fría y oscura. Peter poseía (posee) un gran poder, él puede volar sin ayuda de las hadas, entonces un día, decidí ir yo mismo a buscar niños perdidos, a buscar más poder, crear un ejército y desterrar al capitán Garfio, cuando regresé, Peter había recobrado la conciencia.»
-¿Cómo?- preguntó Peter perplejo.
-No lo sé.
-¿Y cómo conociste a mamá?
-«El capitán Garfio y Cler habían tenido una hija, pero la escondieron en la Tierra hasta que llegase a una buena edad para dejar su legado en ella.
Al verla me enamoré completamente, era alta, pelirroja, su tez era pálida...»
-Mamá...
-Exacto.
-¿Y qué pasó?
-«Molly se fijó en mí, a ella no le gustaba la disputa que tenía su padre con toda la isla, así que decidió pasarse a mi lado, y nos enamoramos, pero Molly tenía ambiciones de crecer, formar una familia, tener un hogar unido, y yo tuve que tomar una decisión.»
-¿Dejaste Nunca Jamás por mamá?
-Así es, pero lo dejé a cargo de Peter, aunque el no se acuerde de eso.
-Tú... Tú fuiste mi maestro.
Él asintió.
-Tienes mucho potencial Peter, sé que harás lo correcto, lo supe en ese momento y lo sigo creyendo.
Peter esbozó una sonrisa.

La hija de Molly (Peter Pan y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora