•13- No es un sueño•

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*Vista de ______*
Desperté en la casa de Peter. Estaba sola.
-¿Hola?
Nada.
Me levante de la improvisada cama hecha con hojas e hilos de cáñamo.
-Qué raro...- dije en voz alta.
Salí de la casa y el bosque estaba en silencio salvo por el sonido de los pájaros.
-Esto tiene que ser una pesadilla...- miré en todas direcciones.- ¿Peter?
Silencio.
Empecé a correr por el que creía el camino correcto hacia la hondonada de las hadas.
-Tampoco hay nadie...
Un hada se aproximó a mi.
-H...Hola... ¿Has visto a Peter?
El hada negó con la cabeza.
-Gracias.
Corrí en otra dirección diferente.
Estaba empezando a desesperarme. Me sentía perdida como Alicia en el País de las Maravillas.
Un sonido llamó mi atención desde un lugar del bosque.
-Desde luego, esto tiene que ser una pesadilla.
Me adentré en el bosque en busca del ruido.
A medida que me iba acercando, el sonido se intensificaba.
-¡Sorpresa!- gritaron los niños perdidos y Peter a la vez.
Me quedé sin palabras al ver que habían hecho una especie de fiesta sorpresa para mi.
-¿Qué es todo esto?
-Una fiesta de despedida- respondió uno de los niños.
-¿Despedida? ¿Quién se va?- pregunté confusa.
-Tú, ______- respondió Peter.
-¿Qué? Yo no me voy a ninguna parte...
-Tienes que volver a casa... Tus padres estarán preocupados por ti.
-¿No es un sueño?
-No.
-¿Cuántos días llevo aquí?
-Cerca de un mes.
-...
*****
*Vista de Peter*
______ estaba tumbada en el suelo sin moverse.
Se había desmayado de la nada.
-¿Qué hacemos, Peter?
-Hay que llevarla a casa para que descanse.
-¿Cuál de las dos?
-Será mejor devolverla a su mundo...- una lágrima cayó por mi mejilla, pero la retiré rápidamente.
No. Ella no se iba a quedar conmigo, querría crecer, vivir su vida de "adulto"...
-Preparad todo. Voy a llevarla de vuelta a su casa.- dije decidido.
Los niños desaparecieron en el bosque.
-No te preocupes ______, pronto estarás en tu casa...
Apoyé mis labios contra los suyos y los dejé ahí durante unos instantes.
Los niños regresaron.
Ya era la hora de irse.
Puse a ______ en una especie de camilla para poder transportarla y comencé a volar con Campanilla a mi lado.
-¡Vuelve pronto!- decían los niños perdidos cada vez más lejanos.
Les hice un gesto con la mano de aprobación y desaparecí entre las espesas nubes.
En su mundo ya era de noche, una noche calmada...
Las luces de su casa estaban todas apagadas excepto por una nítida luz procedente del televisor del salón.
La dejé en su cama y la observé por última vez.
-Siempre que me necesites, vendré...- le susurré en el oído.
Ella se estremeció, pero cuando abrió los ojos, yo ya no estaba ahí.

La hija de Molly (Peter Pan y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora