•3- Peter Pan•

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*Vista de ______*
-Mi nombre es Peter, Peter Pan.
-Encantada Peter, yo soy...
-Sé quién eres- me interrumpió.
Su voz era angelical, propia de un ser fantástico.
-¿Qué eres?- pregunté curiosa.
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso no me ves? Soy una persona como tú.
-¿Y cómo has entrado?
-No se deben dejar las ventanas abiertas- Peter se cruzó de brazos con una sonrisa en la cara.
-¡¿Has trepado hasta mi ventana?! Estamos a dos pisos de altura, podrías haberte matado...
-¿Trepar? ¡No! He venido volando, como todos los días.
-¿Volando? ¿Cómo?- estaba tan ansiosa de respuestas que no me percate de sus palabras, <<como todos los días>>.
-¿Vienes a verme todos los días?
-Así es.
-O sea... Que la presencia que noto... ¡Eres tú!
Él asintió. Se sentó en el borde de mi cama minuciosamente.
-¿Pero por qué? ¿A caso eres mi ángel de la guarda?- reí ante mi propia paradoja.
-Claro que no, vengo por diversión, en Nunca Jamás solo hay niños.
<<¿Nunca Jamás?>> Me guardé las ganas de preguntarle. ¿Dónde había escuchado yo eso?
-Un momento... Has dicho que has venido volando... ¿Cómo?
-Muy fácil. Así- Peter se puso de pie y con una facilidad increíble se elevó a un metro del suelo, parecía una pluma.
No me di cuenta de mi reacción hasta que él se puso a reír.
-Impresionante, ¿yo también puedo volar?- pregunté con extremada curiosidad.
-Piensa en cosas bonitas y volarás- afirmó con una sonrisa. Así era difícil dudar de él.
Pensé en el día en que mis padres me regalaron un cachorro de perro. Nada.
Probé de nuevo al imaginarme el día en que me regalaron un cucurucho de helado en el parque porque era mi cumpleaños. Nada.
-No funciona- me quejé.
-Funciona mejor con los ojos cerrados.
Cerré los ojos y me concentré. Sentí como susurraba algo en mi oído y luego se oyeron los cascabeles.
Abrí los ojos y me estaba elevando en el aire.
-¿Cómo se controla esto?- dije asustada. Estaba dando vueltas en el aire.
Él se rió.
-Yo te ayudo- me tendió la mano.
Me cogí de su mano y las vueltas cesaron. Su roce me producía una sensación única.
De pronto, una luz dorada se abalanzó sobre mi cara y se oyeron miles de cascabeles.
-¡¿Qué es eso?!- grité soplando para distanciar esa cosa de mí.
Peter se rió a carcajadas.
-Eso- hizo una pausa por la risa.- es un hada.
-¡¿Un qué?!

La hija de Molly (Peter Pan y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora