𝗦𝗜𝗫 6

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— Buenos días olí — Bese su mejilla, ella no me respondía, estaba muy seria y solo me miraba atenta

— Me dejaste — Se cruzó de brazos, agache la cabeza, tenía razón, la había dejado sola.

— Lo sé, y lo siento — Me senté en la silla

Sonrió — Te perdono 

Me puse de pie — Enserio — Asíntio — Iuju, ahora te ganaste un boleto de cosquillas — Comencé hacerle cosquillas en los pies

— No, no — Reía sin parar — Basta papá

— No oh, ahora me debes unos besos — Acerque mi rostro a ella

— Uno — Dejo un beso en mi frente — Dos — Dejo otro beso en mi mejilla — Tres — beso mi otra mejilla — y cuatro — Dejo un beso en mi nariz

— Gracias mi amor — La cargue — Me siento mucho mejor — Sonreí — Tu también necesitas besos — Juegue con su mano

— Si — Asíntio

— Bien, ¡entonces te voy a llenar de besos! — Comencé a darle muchos besos, ahora me estaba divirtiendo con Olivia, ella estaba siendo feliz.

[...]

— Hola olí — Se acercó mamá a Olivia

— ¡Abuela! — Sonrió Olivia mirando a mamá — Si viniste a verme

— Claro preciosa, y mira lo que traje con tu abuelo — Le enseño una bolsa

— ¿Qué es? ¿qué es? — Estaba emocionada

— Primero debes abrirlo — Comentó papá — Toma linda — Le extendió la bolsa

— Wow trae un listón — Miro el listón que colgaba de la bolsa — A ver qué hay aquí dentro... — Sonrió Olivia intentando abrir el regalo

Al abrir el regalo saco una fotografía, en la cual estaban papá, mamá y Olivia. Esta sonrió y abrazo el retrato

— Gracias abuela Lauren, me gusta mucho — La abrazo

— No es nada linda, para que siempre me recuerdes

— Gracias abuelo Rob — Abrazo a papá, sonreí y mire a Olivia

— ¿Dónde lo vas a colgar?

— Mmm — Miro la fotografía — En mi habitación

Después de un rato con mi madre y mi padre estos se fueron y faltaba muy poco para que t/n llegué, le tocaba cuidar a Olivia, ya nos estábamos turnando.

— Olivia — Entro t/n con una sonrisa y una caja en sus manos

Sonrió — Mami

Le enseño la caja — Mira lo que traje para ti

— ¿Una caja? — Fruncí el ceño

Me miro con el ceño fruncido y una sonrisa — No es solo una caja

— Oh — Mire a Olivia

— ¿Puedo abrirla? — T/n asíntio y le dejo la caja en la camilla, Olivia se puso de pie sobre la camilla y yo la tomé de la mano para que no cayera, abrió la caja y sonrió

— Es la bola de cristal que me dió papá — Sonrió y tomo la bola de cristal sobre sus manos — Y también mis peluches — Tomo a dos de sus peluches

— ¿Te gusta? Los traje para que no te aburras aquí en el hospital — Sonrió

— Si mamá, aquí están todos mis peluches y elmo — Sonrió

— ¿Elmo? — Fruncí el ceño

— Elmo sabe dónde vives — Rio mientras se sentaba en la camilla

— Aidan — Llamo mi atención t/n la cual camino hacia la puerta

— Olí, ya vuelvo ¿si? — Asíntio y continuo jugando con sus jueguetes

Cruze la puerta y la cerré, mire a t/n la cual parecía preocupada, me abrazo y luego me tomo de las manos.

— ¿Estás bien? — Asíntio

— Traje los peluches porque el doctor dijo que Olivia se va a quedar bastante tiempo aquí — Trague en seco

— ¿Cómo bastante tiempo? — Fruncí el ceño — ¿Cuánto es bastante tiempo?

— No lo sé, hasta que ella se recupere un poco y las quimioterapias le funcionen. — Asenti lentamente

Llegué a casa agotado, Olivia y T/n se encontraban en el hospital, me recosté en el sofá y trate de dormir pero no funcionaba, no podía dormir, aunque estaba cansado.

Me puse de pie y tome las llaves del auto, subí a este y conducía hasta el departamento antigüo que tenía, aún es mío pero hace tiempo no iba y seguro estaba lleno de polvo y telas de araña.

Al entrar al departamento todo estaba como lo imaginé, encendí las luces y en el suelo estaban los juguetes de Olivia, no me di cuenta que había pisado uno el cual canto aquella canción que Olivia siempre canta.

“Estaba la mariposa sentada en la cocina, haciendo chocolate para la madrina, entra una rosa y sale un clavel, y dice que los nenes saludan con los pies”

Aquella voz salía de la mariposa que estaba en el suelo, la tome y oía atento lo que cantaba, eso me recostaba a Olivia. Levanté juguete por juguete para meterlos en una caja y luego varias ropas de Olivia que encontraba.

Obviamente ya no le entraban, ella estaba demasiado delgada para todos los vestidos que tenía, tome un cuadro con la foto que estaba colgada en mi habitación donde nos encontrábamos Olivia y yo juntos.

Rompí el cuadro y guarde la foto en el bolsillo de mi pantalón, tome la caja y antes de irme mire por última vez la habitación de Olivia para cerrarla.

Estaba decidido, no dormiría e iría al hospital a quedarme con mi hija, aunque los ojos se me cierren y mi cuerpo este cansado, pero me quedaría con Olivia.

𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora