𝗙𝗜𝗙𝗧𝗘𝗘𝗡 15

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— ¿Familia de Olivia Williams Gallagher? — Preguntó el doctor saliendo de la sala de emergencias

— Aquí — Dijo T/n poniéndose de pie junto a mi, — ¿Cómo está Olivia?

— El parte médico de la menor se los daré después de la visita — Asentimos — Olivia los está esperando

Tome a T/n de la mano y ambos entramos a la habitación, Olivia estaba con unos tubos que se entraban en su nariz para que pueda respirar, tenía una pinza sobre su dedo índice, era para poder saber el ritmo cardíaco

— Olivia — La abrace

Tosió y sonrió — Los extrañe mucho

— Ya vas a estar bien olí, nos quedaremos contigo todo el tiempo, vas a ver qué pronto volveremos a casa y podremos volver a la normalidad de nuevo — Comentó T/n mientras acariciaba la mejilla de Olivia

— Descansa Olivia — Murmuré y bese su frente

La notaba más débil de lo normal, estaba tomando los medicamentos, pero todo aún seguía igual, hay veces que no entiendo cómo algo así puede estar pasando me a mi, a Olivia que es un ángel, si pudiera cambiar de rango lo haría, el amor que siento hacia Olivia es infinito.

Me recosté sobre la cama ya que había llegado a la casa, T/n se quedó en el hospital cuidado a Olivia y yo iría en la mañana, insistí en quedarme pero debo hacerle caso a lo que dice T/n, y si ella dice que descanse y no me preocupe como lo hago, intentaré hacerle caso.

Cerré mis ojos e intenté recordar todos los hermosos momentos que pase con Olivia, todo lo que me enseña día a día y que es maravillosa, cada dibujo y cada sonrisa que me regala me alegran todas las mañanas.

Recuerdo cuando ambos tomábamos sol en la terraza, con chanclas y playera, vestidos para ir a la playa cuando no era así. Olivia jugaba con sus muñecas y yo leía una revista mientras acomodaba mis lentes de sol.

Mira papá — Sonrió Olivia enseñándome sus muñecas — ¿Crees que le quedó muy bonito el vestido que le hice? — esperaba una respuesta, alcé una ceja y baje mis lentes para mirar bien las telas que le había puesto a la muñeca

Algunas telas viejas y rotas, pero para Olivia era un vestido de una marca muy buena y estaba a la moda, sonreí y acaricie su mejilla — Está hermoso olí, eres una niña muy brillante

Se puso de pie y se subió encima de mi regazo para abrazarme con fuerza — Te quiero — Murmuro para cerrar sus bellos ojos verdes y quedarse así sobre mis brazos

Yo también te quiero mucho, Olivia — acaricie su cabello ruloso

Podría recordar muchos más momento con Olivia, muchos. Y diría que no me canso de tenerla conmigo.

Si quizás esa vez no caminaba por esas calles, y tal vez no hubiera cancelado mi reunión de las siete de la tarde, si en el momento justo no bajaba del vehículo y me quedaba embobado mirando el ventanal de aquella tienda y luego por curiosidad me acerque a una mujer con una niña que estaban esperando para comprar helados y no hubiera tomado el coraje y hablarle.

Creo que jamás me hubiera encontrado con T/n ni mucho menos conocido a Olivia, quizás si nada de eso hubiera pasado ahora mismo tal vez estaría dormido en una habitación de hotel en Canadá o alguna otra parte del país, sin saber la verdad, que tengo una hija con la cual no pude estar durante cinco años.

Y ahora que la tengo, no puedo disfrutarla en nada porque está enferma, con una maldita enfermedad que no le permite disfrutar su niñez.

Y todos los malditos días vivo con aquel miedo constante de que ella ya no abra sus hermosos ojos verdes, que no respire, ni mucho menos que esté con nosotros.

Por solo quiero disfrutarla a cada minuto, no alejarme de ella, por qué por alguna razón aún tengo esperanzas de que ella se curé, aunque los médicos digan lo contrario, aún tengo un poco de esperanzas.

𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 #2 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora