𝐌𝐢 𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 #2 ©

𝗡𝗜𝗡𝗘𝗧𝗘𝗘𝗡 19

La semana fue muy larga y la más horrible que viví en toda mi vida. Había un gran silencio en toda la casa y las luces en las mañanas se encontraban apagadas dejando oscura la casa en algunas partes de esta. Abrí el ventanal del patio y la lluvia aún continuaba, mire hacia afuera y ahí en medio del césped habían varios juguetes pero entre ellos estaba la bola de cristal con las tres bailarinas.

No pude evitar tener aquel impulso al ver algo tan preciado para Olivia bajo la lluvia, sin ninguna protección para la lluvia salí de la casa y tome la bola de cristal entre mis manos para volver a entrar en esta.

Deje la bola de cristal sobre el mesón de la cocina y me fui a la habitación de Olivia. Al entrar ví a T/n sentada sobre el suelo de la habitación aún lado de la cama, con el peluche favorito de Olivia sobre sus brazos. Me acerque mucho más a ella y al parecer no notó que estaba allí porque no me dió ni una sola mirada.

Mire su rostro pálido y con unas largas ojeras debajo de sus ojos. Veo que tampoco pudo dormir en la noche al igual que yo. Sentía un nudo en mi garganta, quería animarla pero estaba igual que ella. La única persona que nos unió ya no estaba aquí. - T/n - Murmuré esperando una respuesta.

No recibí alguna respuesta ni tampoco una mirada. La abrace fuerte y recosté mi cabeza en su hombro, ella ni lo notó. Estaba completamente concentrada en mirar la pared mientras algunas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Me puse de pie y la mire por última vez para tomar mi chaqueta y salir por la puerta. Ella necesita un tiempo a solas al igual que yo, no lleve las llaves del auto. Caminar me haría mucho mejor, las luces de la cuidad se prendieron. El sol ya no estaba y el cementerio ya estaba cerrado, me pare enfrente de la gran reja de aquel centenario.

Todo estaba oscuro y había un que otro guardia vigilando la zona. Espere a que se fuera y comencé a trepar la reja, no quería que Olivia se encontrara sola y aterrada. Siempre le dió miedo la oscuridad no podía dejarla aquí sin su papá.

Salte de la reja y me puse la capucha para sigilosamente comenzar a buscar con la linterna de mi celular la tumba de Olivia. Sonreí al ver algunas flores y la fotografía de Olivia sonriendo, eran apenas las doce de la noche. Debía darle su beso de buenas noches

- Olí - Murmuré y me senté aun lado de la tumba, - No sabes lo difícil que fue pensar si pasar la reja o esperar hasta mañana - junte mis piernas y sentía algo de angustia. Ahora tenía que verla en un cementerio cuando podía verla todas las mañanas y noches acostada en su cama o incluso jugando.

- Trate de no estar triste, lo hice por ti nena - Mordí mi labio intentando olvidar aquel dolor que me provocaba no tenerla conmigo - Te prometo que no te dejare aquí sola, me voy a quedar contigo siempre olí... Te traje un pequeño obsequio - Busque en el bolsillo de mi chaqueta, saque la fotografía que le había tomado.

- Es la fotografía que tanto amabas - La deje sobre la tumba - Ay Olivia... Porque te fuiste - No quería sentirme mal pero esto me estaba matando - Olivia, desde que supe que eras mi hija, mucho antes comencé a amarte aunque no te conociera demasiado. Y creí que te vería crecer - seque mis lágrimas

- Creí que te vería siendo una adolescente y también quizás... No lo sé, porque eres lo único que tengo y yo... Soy un idiota, todo esto es mi culpa. Tú estabas bien, pero tuve que prestar toda mi atención en alguien que no eras tú. Blanca - Todo era mi culpa, no pase el suficiente tiempo con Olivia y ella se enfermó.

Pose mi mano sobre la tumba de Olivia, sonreí - Pero te prometo que todo será distinto, vendré todos los días a verte linda. Lo prometo, no vas a estar sola. Te traeré flores, juguetes, hablaremos, te daré los buenos días y las buenas noches... Lo prometo olí

No iba a estar sola jamás, prometí que no me iba a separar de ella y no lo haré. No pienso hacerlo. Deje un beso sobre mis dedos para pasarlo por la tumba de Olivia.

Siempre vas a ser la estrellita de papá