❝ Soy una tonta por ti, Lisa. ❞
Jennie Kim era la típica chica mala, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser ella, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez a la chica nueva, la recién transferida de Tailandi...
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Jennie estaba recostada en su amplia cama, observando el techo de manera fija, plasmando ahí sus recuerdos desde la primera vez que vio a Lisa muy de cerca. Sonrió al memorar cómo es que todo su cuerpo reaccionaba de manera diferente cuando se trataba de la tailandesa.
Ella jamás se había sentido así con alguien, de hecho, ella nunca se había sentido tan enamorada como lo estaba plenamente de Lisa. No había más dudas. Ya había llegado el momento de declararse.
Fue entonces que no dejó de pensar en sus actitudes, en sus reacciones y sobre todo en sus emociones. Como la noche en que se emborrachó a más no poder a causa de la decepción o la en la primera vez que se sonrojó a causa única de la chica.
Todo se revolvió y de pronto, la inspiración llegó a ella.
Unas inmensas ganas de componer una canción llegaron y se levantó rápidamente a tomar algún cuaderno junto a un lápiz. Sonrió levemente otra vez. Iba a ser una larga noche pero la idea ya había nacido, solo faltaba poder transmitirla.
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Para cuando eran pasada las 2:15 de la madrugada, la castaña se dio la oportunidad de dar un largo bostezo. Enderezó su espalda y estiró sus brazos por un largo tiempo. Le dio una vista rápida a sus escritos y se sintió satisfecha. Después de todo su objetivo era plasmar todo lo que pensaba y sentía por la pelinegra.
—Por fin —murmuró para sí misma.
Se levantó de la silla y se sacó la polera, quedando en brazier.
Justo cuando iba por algún polo en el armario, su celular vibró avisando la llegada de un nuevo mensaje, luego otro y otro más. Era demasiado tarde y eso fue lo que la dejó mucho más confundida, pero sin pensarlo demasiado, tomó el móvil y desbloqueó la pantalla.
