—No entiendo lo que pasa, Jisoo —comentó con la mirada perdida en alguna parte de la pizarra.
Había llegado el día lunes y desde aquella mañana en la que conversó con Lisa, no pudo dejar de pensar en la situación, en cómo la pelinegra se comportó y en que prácticamente le insinuó que se alejara.
Jennie se sentía confusa, quería hallar el error en sus acciones. Después de todo, ella creía que siempre hacía las cosas mal. Que era un completo desastre.
—Relájate Jennie-ah, lamento decirte que yo tampoco conozco muy bien a Lisa —habla la azabache, quien estaba sentada a su lado—. Pero creo que todo está pasando muy rápido. ¿No lo crees?
—No lo sé, lo único que me importa es que Lisa no siga pensando en lo que los demás dicen de mí. Quiero que me conozca —suspiró sintiéndose tonta. No lo sabía, pero es así como se sentía desde que conoció a la preciosa tailandesa.
—Exacto —afirmó para luego sonreír ampliamente—. Ambas deben conocerse mejor. Deben compartir opiniones, momentos e ideas, ambas deben conocer lo que les gusta, lo que les desagrada, lo que les fastidia y lo que anhelan. Solo así es como puede funcionar.
—¿Lo crees? —un atisbo de esperanza nació en su corazón—. Estoy decidida a hacer mi mayor esfuerzo, solo ya no quiero cometer errores.
—De los errores se aprende, Jen —enfatizó—. Tal vez no fuiste la mejor chica en nuestra estadía por aquí, pero precisamente son esos defectos los que quieres borrar para mejorar como persona. Solo tómalo con tiempo, no presiones a Lisa. Dices que recuerdas haberla besado y encima luego de haber salido de un bar. ¿Qué tal si ella piensa que lo tomas como un juego más?
De inmediato los orbes gatunos de Jennie se abrieron desmesuradamente, cayendo en la dura realidad de aquellas palabras que Lisa podría creer si así lo quisiera.
—P-pero eso no es verdad —giró levemente su cuerpo y su vista fue a parar hacia donde se sentaba Lisa, quien justamente estaba leyendo un pequeño libro—. Yo no la veo de esa forma, ella es diferente. Yo quiero que con ella sea diferente —un leve rubor coloreó sus mejillas, confesar sus emociones aún le era complicado—. Pero a la vez al ser algo nuevo tengo miedo de hacer mal las cosas —suspiró hondamente—. No sé qué pensar.
—Entonces deberás demostrárselo.
—¿Qué? ¿Pero c-cómo? —sus ojos se desorbitaron, en clara muestra de inseguridad—. Chu, soy una completa idiota para estas cosas. A-además yo ya le dije que me gustaba y..., y ella no opinó nada sobre ello —para ese momento, Jennie se sentía apenada ante lo que ella misma dijo.
—Pero eso no es suficiente, no basta con decirlo. Tus acciones deben hablar por ti, deben demostrar cuan sincera son tus intenciones con ella —la castaña escuchaba todo con atención. Adoraba que su amiga fuera tan madura para muchos temas en la vida, estaba segura que no podría lidiar con ello estando sola—. No es como si de un día para el otro todo debe ser perfecto, solo debes ser sincera.
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Sucker for you | Jenlisa
Roman d'amour❝ Soy una tonta por ti, Lisa. ❞ Jennie Kim era la típica chica mala, popular y arrogante. Sin embargo, todo lo que conformaba ser ella, se fue rodando por el borde del abismo al ver por primera vez a la chica nueva, la recién transferida de Tailandi...