Un hogar distinto [Fanfic Hogwarts]

Capítulo 8

En el gran comedor el chico de ojos azules se quedó viendo como ella desaparecía por la puerta, hizo el amago de levantarse pero Matthew se le adelantó, así que se volvió a su sitio con un gesto de molestia.

Mientras tanto, Matthew llegó a la sala común y se encontró a la chica sentada frente a la chimenea con un libre entre sus manos, este era un libro distinto al de esa tarde, en la portada se distinguía un ojo de color azul rodeado por hojas con varias tonalidades de este color, el libro parecía desgastado, como si lo hubieran leído demasiadas veces. El castaño se acercó un poco más a la chica, que estaba absorta en su libro  y se percató de que varias lágrimas corrían por sus mejillas.

-- Eres patética -- le susurró al oído haciendo que la chica se sobresaltara y que, al asimilar sus palabras, abriera sus ojos como platos.

Por otra parte, el castaño rodeó el sofá en el que ella estaba sentada y se sentó a su lado, luego le quitó el libro de las manos con cuidado de no perder la página y lo ojeó.

-- Un buen libro -- dijo sin más -- me pregunto cuantas veces te lo habrás leído.

-- ¿ Lo conoces ? -- preguntó saliendo del pequeño trance en el que había entrado.

-- Pues claro, ¿Quién no? Mis padres son muggles y mi madre solía leerlo cuando era joven -- espetó y lo abrió para leer un poco -- wow, tienes que estar odiando mi nombre en este momento.

-- Pues sí -- aseguró sentándose con las piernas cruzadas -- y respondiendo a tu pregunta, me lo habré leído como unas diez veces como mínimo.

-- Y cada vez que lo haces te sigues emocionando -- confirmó, no lo estaba preguntando, lo estaba dando por echo, Inma llevó las manos a sus mejillas y se dió cuenta de que estaban húmedas, había empezado a derramar lágrimas y no se había enterado, rápidamente las secó con la manga de su camisa.

-- Ese es el poder de un buen libro ¿no? que aunque lo leas cientos de veces sigues sintiendo como si fuera la primera.

-- Que poético.

Los dos estallaron en carcajadas, cuando se calmaron la rubia le quitó el libro de las manos puso un marcapáginas y lo dejo sobre la pequeña mesa que había frente a ellos.

-- Voy a ponerme el pijama, enseguida vuelvo -- informó con voz dulce.

-- Sí, yo también voy a cambiarme, ahora nos vemos.

Él se quedó mirándola como desaparecía por el pasillo mientras recordaba el melódico sonido de su risa y como le brillaban los ojos mientras hablaba, esa chica era increíble. 

Unos minutos después el chico de cabellos castaños se encontraba sentado en el sofá esperando a Inma con dos tazas de chocolate caliente.

-- ¿ Y eso ? -- pregunta ella apareciendo por el pasillo.

-- Es un buen remedio para ahogar las penas -- contestó girándose un poco para mirarla.

Su atuendo constaba de unos pantalones de pijama largos con estampado de Mickie Mouse y una camiseta que le venía por encima del ombligo de tirantes color blanco, mientras avanzaba hacia el sofá se hizo un moño mal echo con un coletero que llevaba en la muñeca y al llegar cogió la taza que Matthew le tendió.

-- ¿ Ahogar las penas ?-- preguntó mientras se sentaba en el sofá.

-- Todos hemos visto lo que ha ocurrido en el gran comedor hace un rato.

-- Ah, eso... -- dijo mientras le daba un pequeño sorbo a su taza.

-- Sí, ¿Qué a pasado? -- preguntó intentando que la chica hablara, hubo un silencio en el que él la miraba esperando una respuesta y ella intentaba no toparse con sus ojos -- venga Inma, me lo puedes contar.

-- Es solo que ella me preocupa -- dijo tras soltar un gran suspiro -- ese chico la tiene atontada, desde que lo vio no piensa en lo que hace, es más impulsiva que de costumbre, no es ella misma, y no, no estoy enfadada con ella por lo de esta noche, a lo mejor un poco molesta, pero porque la conozco bien y sé que ella no es así, es como si la tuviera cegada, y eso me frustra, porque lo único que quiere es "encajar", está fingiendo ser una persona que no es, eso me molesta mucho porque es una de las personas más auténticas que he conocido en mi vida y la quiero, solo, no quiero que deje de ser quién es solo por un chico.

***

Esa noche María se dirigió hacia la sala común de su amiga porque sabía perfectamente que lo que había hecho estaba mal. Al entrar se encontró con una escena ¿Asombrosa?,¿Espeluznante?. No sabía exactamente pero al percatarse que su amiga estaba sentada en una especie de tumbona,con la cabeza hacia atrás y Matthew agachado ¿Mirando sus rodillas?.

¡¿QUE HACÉIS?! – gritó María asustada,haciendo que estos se sobresaltaran y se volvieran hacia ella. Y a decir verdad estaba jodidamente asustada.

– ¡María! – dijo Inma con intención de ir a abrazarla pero Matthew la interrumpió.

– No puedes correr en estas condiciones hermosa. – Piropeó el chico e hizo que Inma se sonrojara.
–Le estaba observando su herida, estábamos..–Pero María lo interrumpió.

– ¡Cállate y no seas mentiroso, guarro de mierda!– Escupió grosera.

– Es cierto, estábamos tomando chocolate caliente y al levantarme con las tazas para llevarlas a la cocina se me han resbalado y me ha rozado un cristal aquí–dijo señalando el hueso de la rodilla.

– Amm, oye... ¿No estás enfadada conmigo?

– No,pero tenemos que hablar María.
Se que tu no eres así, tú no te habrías reído de mí si no quisieras hacer todo por Draco.

– ¿Que quieres decir?

– Que Draco te tiene cegada –Intervino Matthew.

– ¿Qué?, no digáis estupideces. Fue mi culpa , no la de él y prometo que no volverá a ocurrir.

– ¿Ves? Incluso te hechas la culpa para disculparlo a él – dijo Inma – pero ya hablaremos de eso otro día.

Las dos amigas se abrazaron tiernamente,hasta que Matthew ,por segunda vez, intervino.

– ¿Vais a asistir mañana a las clases de duelo?

– Si –Dijeron ambas a la vez.

–Pero no me gustaría tener a Draco de contrincante,¡No quiero hacerle daño!– dijo haciendo un puchero hasta que se fue rápidamente diciendo que tenía que irse a su sala común.

– Si quieres puedes dormir conmigo patética.

Y ahí pasó,sus miradas conectaron,hasta que Matthew le dió un beso rápido en sus labios e Inma se puso extremadamente roja. Era su primer beso. Y después de ese hermoso momento decidieron que no iban a dormir juntos ya que Inma necesitaba su privacidad,y en cuanto al beso,no se habló nada del tema.