Capítulo 11

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Inma

¡No me lo puedo creer! ¿Cómo puede ser una persona tan...tan? ¡UF! Si tanto le importa interesarle a él hasta ese nivel, yo no pienso seguir su juego. No lo haré, no le daré lo que quiere, no dejaré que me humille para gustarle a ese imbécil.

Dos días después... 

Hacía ya dos días que no hablaba con María, ni siquiera me había cruzado con ella, estaba completamente centrada en las asignaturas y cuando no estaba estudiando o haciendo deberes me encerraba en mi habitación y abría un libro para evadirme de la realidad

Iba de camino al aula de encantamientos cuando sentí un pequeño tirón en la parte trasera de mi cabeza y me asusté.

– ¡Que susto! – chilló Inma dándose la vuelta mientras Matthew se reía.

– Hasta que por fin te encuentro, abejita – dijo Matthew pasando un brazo por mis hombros y haciendo que retomáramos el camino, estos últimos dos días a penas he hablado con él desde el... accidente.

– ¿Abejita?

– Sí, me recuerda a los colores de tu casa – ante esa respuesta rodé los ojos – te noto... alterada, ¿Puede ser?

– Estás en lo cierto – confirmé dando un suspiro.

– Cuéntame, ¿Que ha ocurrido?... ¿Esta relacionado con algo de la otra noche?

– Pues... sí. No quiero hablar del tema. – respondí entristecida.

Finalmente llegamos al tercer piso, al corredor de encantamientos y todos los alumnos entramos.

– Buenos días, hoy practicaremos el encantamiento aguamenti – anunció el profesor Flitwick. – siéntense, por favor.

En el aula solo nos encontrábamos Hufflepuff y Ravenclaw. ¡Sí, Ravenclaw! Ya me basta con el conflicto de María y su estúpido rubio mal teñido como para tener que aguantar al pijo. Nos sentamos y el profesor comenzó con la clase.

– Bien, el conjuro aguamenti consta de  agua limpia y potable. Debéis conseguir que salga a través de la punta de la varita. – explicó con una radiante sonrisa.

Empecé a practicarlo pero apenas conseguía sacar un poco de agua, lo cuál le paració gracioso al castaño que se encontraba a mi lado, quién había conseguido ejecutar el hechizo a la perfección. 

– ¡Te sale perfecto! – exclamé. 

Un rato después yo seguía sin lograrlo, en cambio, él estaba bien satisfecho ya que consiguió llenar el bol que nos había dado Flitwick para llenarlo.

De repente se escucharon gritos cerca nuestro. Me giré hacia el sitio de donde provenía el grito y me encontré con un Jack con la camiseta completamente empapada.

– ¡Profesor! Me mojé demasiado ¿Por qué ha salido tanta agua? – preguntaba Jack alterado.

– ¡Oh, Collins!, Debe saber que dependiendo de la concentración y las intenciones del lanzador , este encantamiento puede ser cualquier cosa , desde un simple chorro de agua que puede llenar recipientes, hasta un  potente chorro que es capaz de apagar incendios de estructuras. – informó con una mano en su frente. – váyase a cambiar de ropa.

Un hogar distinto [Fanfic Hogwarts]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora