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Alemania era feliz con aquél chileno, todos los días llegar y ser mimado por esté.

Y cada que llegaba aquélla fecha era aún más mimado y amado por su amado Omega quién le cumplía cualquier cosa tan solo para verlo algo feliz.

Y lo lograba haciendo qué cada qué era aquélla fecha su amado alemán dejará de estar tan decaído, pero no por eso dejando olvidado a quién algún día fue el padre y madre de su pareja.

Alemania no podía pedir más, su pareja era todo y más de lo que alguna vez quiso en una pareja.



Ronroneo al estar en la cama juntó al chileno quién acariciaba sus cabellos después de aquélla noche de placer dónde ambos se sentían simplemente tranquilos.

Oye ale

Qué pasa?

Estás cómodo conmigo?

Claro, a qué viene la pregunta?

Le miró curioso y se acomodó sobre el pecho del contrario mirándole curioso.

Chile suspiró y tomó la mano del alemán quién sonrió y besó su mano de manera cariñosa.

Que piensas como para preguntar eso?

Cuánto llevamos de novios?

Alemania lo pensó con calma hasta que su cerebro hizo "clik" al saber porque su pareja preguntaba aquéllo.

Sintió la caricia en sus dedos y miró con ternura a su pareja quién veía sin "interés" la sábana.

Amor, si lo que te preocupa es casarnos, ten por seguro qué si lo haremos

Enserio?!

Si, eres el amor de mi vida, es más qué obvió qué me gustaría casarme contigo

Habló cariñoso y besó los labios del chileno quién lo abrazó y jaló dejándolo así sobre el.

Se miraron con tranquilidad y se volvieron a besar para poco después acostarse bien en la cama y proceder a dormir.

La idea de casarse estivo presenté por un buen tiempo.

Le pidió ayuda a su hermano Rusia quién sin dudarlo aceptó el ayudarlo a pedir la mano del chileno y buscar el mejor anillo.

Era genial, aunque aún cuándo vivía en su mundo lograba notar como poco su único hermano se veía decaído más y más con el tiempo.

Se la pasaba sólo, se iba tarde del trabajo, iba solo a todos lados y evitaba salir de aquella "casa" dónde solo reinaba su aroma amargó, el cuál para ser sinceró, hasta chile llegaba a odiar cuándo iban de visita a casa del Ruso quién por amabilidad los aceptaba en casa.

Intentó pedirle al Ruso qué conociera más gente, qué saliera y qué el y chile lo acompañarían, pero esté se negaba diciendo qué solo saldrían y seguramente el se volvería un mal terció, dejando de lado el echó de qué debían tener su tiempo de pareja por el plan de la boda, aún cuándo ya todo estaba echó.

Alemania ya le había pedido casarse al chileno, lo llevó de viajé y le hizo pasar bien por todo aquél país dónde vieron tantas cosas qué su pareja cada noche terminaba totalmente cansado por todo el esfuerzo de divertirse al máximo todo el día.

Obviamente el chileno aceptó sin pensarlo.

Ya tenían planeada la fecha ya qué el alemán había acomodado toda su agenda para poder disfrutar los días con su pareja.

Mi Alfa (Rusmex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora