Mi Alfa (Rusmex)

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Los años empezaron a pasar y España menos quería dejar solo a su cachorro, el kinder para su pequeño era un horror, todo mundo le molestaba, por lo que lo tuvo que tener en casa tomando clases y enseñándole cada tarde después de trabajar o en su trabajó, no podía cambiarlo de kínder, mucho le había costado el tenerlo ahí.

México no se quejaba, España enseñaba bien y le ayudaba en todo y le hacía entender a la perfección.

Además, no gastaba en uniforme, lonche, termo de agua y demás, muy importante para el español a decir verdad.

México miraba como España revisaba algunas cosas lara después mirarle.

Te quedas aquí o me acompañas?

Quiero dormir

Habló inocente y se acostó en la cama mirando alegré al español quién sonrió y suspiro, no quería dejar solo a su cachorro pero temía qué si lo llevaba alguien los lastimará al ya ser tan tarde, además su cachorro era un omega y apenas estaba aprendiendo a controlar su aroma, por lo que le preocupaba el qué un Alfa Idiota quisiera lastimar a su bebé.

Bien, quédate aquí, no tardó mi niño

Si papi!

Habló alegré y se escondió entré las sábanas para reír.

España suspiró y salió de la casa para poder ir a comprar lo qué necesitaba.

México se asomó y al ver qué España ya no estaba río y se levantó para empezar a saltar alegré en la cama, papá nunca lo dejaba hacer aquello, decía que se iba a caer, acaso no sabía que el, el gran e inteligente México tenía excelente equilibrio?

Río divertido y siguió saltando hasta qué pasó lo inevitable, cayó.

España llegó agitado a casa, había corrido de ida y vuelta para no dejar a su cachorro tanto tiempo solo, al entrar sintió su sangre congelarse, su cachorro!

Como pudo sacó a su bebé y lo llevó al hospital, agradecía vivir cerca, fue rápidamente atendido al ser conocido por todos.

Si no fuera porque los empleados del hospital conocían a su cachorro pensarían que el español había echó algo contra su bebé.

El español temblaba y lloraba asustado aún cuándo las enfermeras le habían dicho que había sido algo leve y solo le quedaría una pequeña cicatriz al cachorro.

Soy mal padre, no debí dejarlo solo...

No lo eres, tranquilo

Azteca me mataría si estuviera aquí, me regañaria por ver a su bebé lastimado

No, no, España, deja de llorar, azteca estaría feliz, ninguno de nosotros podríamos cuidar tan bien a tú bebé

España siguió llorando y las enfermeras tan solo lo consolaban hasta que esté logró tener algo de paz.

Está bien, andá, ven, seguramente falta poco oara que despierte, solo se desmayó

España asintió y caminó hasta la habitación dónde miró a su cachorro echó bolita en la camilla, se acercó y acarició sus cabellos con cuidado mirando la venda que tenía, suspiró y besó su mejilla.

México se removió y le miró para después hacer una pequeña mueca mientras sus ojitos se llenaban de lágrimas.

P-perdón papi, p-perdón

Ay no, bebé, no llores mi niño, eso es lo de menos, ven, ya, no llores, lo que me importa es que estás bien, ya, no llores o te va a doler esa cabecita tuya