Me refugio del frío viento del exterior en la cafetería a la que transcurro cada mañana. Dentro la calefacción está encendida y hay un fuerte olor a café recién preparado en el aire. Sacudo la nieve de mis botas y me acerco al mostrador, donde un muchacho sonriente me atiende.
- Buenos días, ¿qué desea?
- Un café con leche, por favor -Pido y el chico asiente amablemente.
- Por supuesto, en unos minutos estará listo.
- Gracias -Murmuro antes de ir a una mesa libre al fondo del lugar, cerca de donde el chico de rizos oscuros lee un libro con su café en mano.
Cada mañana que vengo lo veo en esa misma mesa, leyendo con un café en mano. Sus rizos espesos y oscuros caen en su frente y sobre sus hombros y el los corre hacia atrás con su mano, pero estos vuelven a su lugar. Sonrió.
Me levanto cuando escucho que me llaman. Busco mi orden y pago por ella antes de decidir sentarme con él. Levanta su mirada al escuchar el ruido que produce la silla cuando la arrastro contra el piso de madera. Le dedico una sonrisa sin dientes.
- ¿Puedo sentarme? -Le pregunto señalando la silla. Tarda varios segundos en responder, en los que da una mirada por las mesas vacías que nos rodean, pero finalmente asiente.
Dejo mi café sobre la mesa y me siento. Baja su mirada a su libro nuevamente, tomo un sorbo del líquido caliente frente a mí antes de volver a hablar.
- ¿Cómo es tu nombre?
Levanta su mirada nuevamente, dejándome apreciar sus ojos verdes y brillantes como dos esmeraldas. Sonrío nuevamente para darle confianza pero él no corresponde.
- Harry -Murmura con voz ronca y baja. Parece ser tímido.
- Es un placer, Harry, mi nombre es Violet.
Harry asiente y toma un poco de café con manos temblorosas.
- Lindo nombre -Suelta con la voz tan temblorosa como sus manos y sonrío. Es adorable.
- Gracias, el tuyo también lo es.
Tomo café cuando termino de hablar y Harry baja la mirada a su libro, perdiéndose en la lectura nuevamente. Le dejo leer su libro en paz mientras termino mi café mirando por la ventana que da a la calle, nevada y tranquila.
Cuando termino, me levanto de la mesa y tomo mi saco, atrayendo la mirada curiosa del chico de rizos.
- Que tengas un buen día, Harry -Me despido antes de irme. No obtengo respuesta.
Sonrío de lado y me dirijo a la puerta, saliendo al frío de invierno.
(...)
Froto mis manos una contra otra mientras leo el texto frente a mí nuevamente, intentando aprender algo de él. Sinceramente estudiar no es lo que más me divierte, pero no tengo nada mejor para hacer un viernes a la tarde. Desde que me mudé a Londres para estudiar diseño industrial dedico mis tardes a estudiar, al igual que mis noches y las mañanas que no tengo clase.
Releo las palabras impresas en tinta negra y busco una hoja en blanco y un lápiz de dibujo H4, para llevar a la práctica lo que acabo de leer. Mientras dibujo, mis pensamientos comienzan a divagar hacia el chico de rizos espesos.
Siempre he sentido algo especial con la gente que comparte mis gustos; en este caso la lectura, y este chico realmente ha logrado picar mi curiosidad. Siento la necesidad de conocerle más y de hasta, por qué no, entablar una amistad. Parece un chico dulce, pero supongo que debes ser de su extrema confianza para poder entrar en su vida.
Cuando vuelvo a concentrarme en mi dibujo, descubro un rostro y una mata de rizos. Frunzo el ceño pero en vez de desechar el bosquejo, lo guardo en mi carpeta de obras personales.
N/A: asi que... ¡por fin llegó el día! Juro que ya no daba más de las ansias por subir el primer capítulo.
Espero que les guste tanto como a mí, es una obra a la que le veo buen futuro y sería genial que la recomendaran.
Love you lots, Sofía.
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Coffee
Fanfiction❝De cómo cada mañana el chico de rizos lee en su cafetería preferida.❞ © 2015 paynexgod