Coffee

Vigésimo sexto café

Terminé de empacar enfadada y con lágrimas en los ojos. ¡Me frustraba tanto que sea tan idiota a veces! Pero sin embargo, eso no sería una traba, si no todo lo contrario, sería un incentivo. El día que vuelva de Roma siendo una gran artista probablemente pueda mostrarle a Harry todo lo que logré y se arrepienta de ser tan idiota.

La mañana siguiente, a las 5 a.m. en punto, me encontraba embarcando un avión con rumbo a Roma. Y ahora, pensándolo en frío, necesitaba a Harry a mi lado más que nunca; su asiento vacío a mi lado me hacía lloriquear y mirando por la ventanilla (tal vez esperando ver a Harry, tal vez no), pude ver como el avión abandonaba mi querida Londres y la distancia entre él y yo crecía cada segundo más.

(...)

Te extraño.

Observé la pantalla con las lágrimas a punto de caer de mis ojos y borré el mensaje. No tenía la fuerza suficiente para presionar "Enviar" ni mucho menos para mantenerme medianamente tranquila en la espera de su respuesta. Me tiré en la cama pensando en la oportunidad que tenía: en la empresa me habían ofrecido un estudio propio aquí en Roma, un sueldo muy bueno y un departamento pagado.

Quedarme implicaba alejarme de Harry, tal vez para siempre.

Irme implicaba perder la oportunidad que había esperado desde que comencé a dibujar.

Quedarme implicaba perder al, probablemente, único hombre que me hizo sentir amada.

Irme implicaba lamentarme el resto de mis días.

Luego de darle mil vueltas al asunto y anotar en una libreta los pro y los contra, tomé la decisión que creí mejor para mí. Entonces, convencida de que la Violet del futuro seguramente se arrepentiría, pegué los pros y contra en la puerta del refrigerador.

Miré afligida el papel, sintiendo como el vacío en mi interior crecía a cada segundo. Sentía la necesidad de abrazarme a mi misma, sentía que esa era la única forma de no estallar en mil pedazos allí mismo.

Leí las últimas palabras que había escrito en el papel.

Te amo, Harry, y lo siento mucho. Voy a quedarme.

Aunque en realidad, lo mejor habría sido enviárselo al mismo Harry, pero nunca tuve suficiente valor para hacerlo.