Coffee

Séptimo café

- Vale, juguemos verdad o reto -Propongo y Harry levanta ambas cejas-. Sé que es idiota, pero no encuentro otra forma de pasar el rato.

Él asiente. El castaño y yo estamos sentados fuera de la cafetería desde hace unos 15 minutos, ya que el dueño de esta aún no ha llegado.

- ¿Verdad o reto? -Pregunto, acomodándome contra el muro de piedra y cruzando mis piernas.

- Verdad -Responde luego de pensarlo un rato. Asiento pensando mi pregunta, pero eso es más teatro que cualquier otra cosa, ya que una pregunta aparece en mi cabeza al instante.

- ¿De qué trata tu libro? -Pido, casi suplico, y el chico niega con la cabeza. Realmente no me preocupa su seriedad, ya que me he acostumbrado a que nunca sonría.

Hago un puchero con mis labios.

- ¿Por favor? -Insisto, pero el vuelve a negar, esta vez con un atisbo de diversión en sus ojos.

- Lo lamento, Vi, pero eso no -Antes de poder decir o hacer cualquier cosa, el nuevo apodo que ha elegido para mí me distrae. Suena como música en su voz.

- ¡Son las reglas! -Me quejo, intentando concentrarme nuevamente.

Niega con la cabeza y me cruzo de brazos, resignada.

- ¿Verdad o consecuencia? -Escucho su voz luego de un par de minutos de silencio. Vuelvo la mirada a él, quién me mira expectante.

No respondo.

- No vas a enojarte por esto, ¿verdad?

No resisto más y niego con la cabeza.

- En realidad no. Reto -Elijo, nuevamente enérgica, a pesar de que aún no he desayunado.

- Muéstrame tus dibujos.

Lo miro con las cejas levantadas antes de negar con la cabeza.

- Ni lo sueñes, Styles.

Me mira sorprendido.

- Vamos, Vi.

Niego con la cabeza.

- Tú no hablas de tu libro, yo no muestro de mis dibujos -Digo resuelta-. Además, ni siquiera los he traído hoy.

- Ambos sabemos que eso es una mentira -La seguridad en su voz me dan ganas ocultarme debajo de alguna piedra o algo así, ya que seguramente mi rostro está todo rojo por dos razones: 1) tiene razón y 2) siento que la carpeta con el título "Harry" pesa más que nunca en mi bolso y en mi conciencia.

Harry me mira satisfecho y, como si de una bendición del cielo se tratara, veo una alta silueta doblando en la esquina. El hijo del dueño de nuestro café preferido nos sonríe cálidamente, antes de abrir la puerta y dejarnos entrar.

- Nuestros mejores clientes -Dice, colocándose detrás del mostrador, listo para tomar nuestros pedidos.

Pido mi café con leche de cada mañana y me dirijo a una mesa junto al ventanal que da a la calle, Harry se une a mí a los pocos segundos. Doy un par de sorbos a mi desayuno mientras veo como saca un portátil de su mochila. Ya lo he visto varias veces escribiendo aquí mientras bebe café, pero aún así no puedo evitar morderme el labio antes de decir:

- No puedes hacerme esto, Harry.

Él levanta su mirada, algo divertido.

- ¿Qué no puedo hacerte, Vi?

- Escribir tu bendito libro justo frente a mí y no adelantarme nada -Me quejo.

Él niega con la cabeza, divertido aún, pero sus labios siguen sin estirarse en una tan esperada sonrisa.

- Así son las cosas -Dice antes de centrarse en su propio mundo.

Paso los siguientes 20 minutos observando como Harry frunce el ceño, muerde sus labios, chasquea su lengua y niega con la cabeza mientras escribe. Es muy gracioso ver como se frustra, pero su manera de ser es tan Harry Styles, tan artístico, tan diferente. Mi primera impresión de él fue de un lobo solitario o algo así, como en las películas en las que el chico malo es solitario y la chica no puede evitar sentirse atraída. Pero Harry no es así. Él es arte. Del mejor, de la mejor calidad, el más codiciado por el mundo. Su alma es tan pura que es simplemente inexplicable.

El chico de rizos levanta la mirada hacia mí mientras estoy dando el último sorbo a mi café. Le sonrío, su mirada vuelve a bajar. Junto mis cosas y me pongo de pie.

- Que tengas un buen día, Harry -Saludo antes de alejarme.

Nota: personalmente, este es mi capítulo favorito hasta ahora y probablemente lo sea por un tiempo. Harry y Violet son tan lindos cuando están juntos, además de cuando Harry le dice Vi que es como el cielo

Perdón por hacerlas esperar tanto

Y antes de decir buen lunes para un día que ya está por terminar, les deseo un próspero martes

Las amo, Sofía

(Twitter: @idkwdbhgx )