«Me sentía mal después de como la había tratado... Pero, al fin y al cabo, este era yo y ella debía saberlo»
Gato.
FELINA
Me encontraba en el despacho de mi jefe, con las manos completamente sudadas y tratando de evitar mover la punta de mi pie contra el suelo repetidas veces mientras el capitán me arrojaba una de esas fuertes broncas.
Una vez cada cierto tiempo, debía pisar el despacho de mi jefe para hablar del caso en privado. Aún no llevaba un mes, pero juraría que cada vez que tuviese que reunirme con el capitán en la comisaría terminaría de los nervios como en ese momento.
Me maldije en silencio, mientras también insultaba en mi mente a mi compañero de trabajo por haberle chivado al capitán sobre lo que pasó el día de la prueba de fuego. Quería hablar con alguien sobre todo y sabía que no había nadie mejor que Carlo. Pero no me imaginé, ni por un segundo, que le contaría que había puesto en riesgo la operación al sacar el arma delante de Gato.
—¡¿Cómo se le ocurre mostrar frente a un luchador su arma, agente?! —gritó y, a pesar de que tuviese las puertas y ventanas abiertas, los gritos se escuchaban desde fuera, y mis compañeros nos estaban escuchando, a pesar de que no pudiesen descifrar del todo la conversación.
Tragué saliva, mientras veía como el capitán casi le daba algo por la disputa que me estaba cayendo.
—Señor, con el debido respeto... —No dejó que acabase.
—Bécquer, has podido poner en peligro el caso al sacar el arma frente a 2 sospechosos. ¿Qué hubiese hecho su luchador de sospechar de usted? —inició la pregunta con la voz algo más calmada—. ¿Sabe lo que haría ante la mínima sospecha, agente Bécquer?
Yo solo sabía que, en cuanto llegase a mi piso me prepararía una tila.
Tragué nerviosa y asentí. Sí, sabía lo que debía hacer Gato ante la mínima sospecha y también sabía que me arriesgué al mostrar el arma reglamentaria que siempre llevaba frente a mi luchador.
Doy gracias a que Gato solo me preguntase porque la llevaba encima y esperaba que no me hiciera más preguntas futuras. Debía tener más cuidado la próxima vez.
—La mataría y perderíamos a una compañera —contestó ante mi silencio y observé a mi jefe mientras se desabotonaba un botón de la camisa porque parecía ahogarlo—. Su vida es muy importante, no la de su luchador.
Si, estaba claro que mi vida era más importante... Pero tampoco podría estar tranquila si aquel hombre hubiese disparado a Gato. En cierto modo, me preocupaba por él y empezaba a verlo de otra manera.
—Capitán, si no hubiese hecho nada, lo hubiesen matado y yo no podría quedarme a investigar el caso —mentí para poder evitar preguntas, como las que me hacía Cronos.
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GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)
Misterio / SuspensoUna joven oficial de policía deberá entrar al mundo del boxeo clandestino en los suburbios lugares de Londres, haciéndose pasar por la ayudante del mejor boxeador de la ciudad; Gato. Nadie sabe su nombre. Nadie sabe donde vive. Nadie sabe nada de...