V E I N T I S E I S | ¿S I G U E S E N F A D A D A ?

4.9K 500 74
                                    

«Quería entenderlo, pero era tan complicado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Quería entenderlo, pero era tan complicado... Pero no podía estar eternamente enfadada con él»

Felina.

GATO.

Me encontraba en el gimnasio de Venecia, en el cual yo también era, en parte, dueño junto con el guardián. Pegaba al saco de boxeo que siempre solía utilizar para entrenar o para desahogarme. En ese momento era para desahogarme.

No había mucha gente ese día en el gimnasio, por lo que aproveché para estar horas entrenando, dándole al saco, levantando pesas y correr en la cinta. Todo para poder desahogarme por todo lo que estaba sintiendo por Felina y por saber que había metido la pata hasta el fondo y ella, posiblemente, no me iba a perdonar tan fácilmente.

Llevábamos días sin hablar, sin que Felina respondiera mis llamadas, ni mucho menos los pocos mensajes que le enviaba, ya que odiaba utilizar cualquier cosa electrónica que existiera. Yo era más de hablar en persona y no tras un aparato electrónico. Era una de las cosas que menos me gustaban y habían muchas cosas que no me gustaban nada.

Felina era lo único que me hacía querer más, lo único que me hacía ver la vida de otra manera, con color y no en la inmensa oscuridad en la que estaba metido desde hacía años, querer saber lo que era una vida normal, con ella a mi lado como pareja. Pero solo podía soñar ya que eso no iba a ser así.

Yo solo quería hablar con ella, al menos, que se enfadase conmigo frente a frente para poder expresarle las cosas y darle la razón a ella. Ya los motivos se los había dado, la explicación también. Pero mi miedo, mi pasado... ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Le di con más fuerza al saco, expresándole todo mi pesar, desahogándome por lo que ocurría.

Seguí con mis puñetazos, mejorando mi resistencia, sudando mucho más de lo que nunca había sudado. Hasta que vi la silueta de una joven dirigiéndose hacia mí, la cual me hizo frenar al instante.

Al verla, tan hermosa como siempre y con aquella maldita falda que me hacía tener ganas de levantársela y hacer que se inclinase hacía mí para hacerle maldades, sonreí sin poder evitarlo. Incluso, era tan raro en mí, que cualquiera se extrañaría de verme sonreír. Felina me hacía sonreír constantemente.

Con la protección que tenía en mis puños, me alejé del saco para poder mirarla como la reina que era.

—Felina... —susurré feliz.

La joven que estaba frente a mí, mirándome de arriba abajo con algo de nerviosismo, hizo todo lo posible para mirarme solo a los ojos, y lo consiguió.

—Te estaba buscando en el edificio del boxeo... —Miró hacia todos lados y luego volvió a mirarme—. ¿Podemos hablar?

No hizo falta hacerla esperar. Asentí rápidamente y, subiendo las escaleras, donde se encontraba el despacho de Venecia, nos metimos ahí dentro, cerrando la puerta tras nosotros.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora