(✓) 𝐓𝐄𝐋𝐋 𝐌𝐄 𝐖𝐇𝐘 •˖* Vinnie Hacker

𝐓𝐄𝐋𝐋 𝐌𝐄 𝐖𝐇𝐘 •˖* chapter three

03. ━ THE TRUE
❝ real life ❞

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KAIDEN BROOKE se encontraba sonriendo felizmente rodeado de esas personas que tanto la hacía feliz, observando la escena frente suyo con una gran sonrisa.

—¡Boo! —exclamó sonriendo ampliamente nada más y nada menos que María, la madre de su ex pareja que ahora entretenía jugando con su pequeña hija de apenas ocho meses.

La pequeña bebe castaña rio fuertemente cuando las manos de su abuela atacaron su pequeño estómago y hacía cosquillas sin parar, acción que le agradaba a la niña puesto que con aquello todos solían entretenerla.

Las risas de la pequeña era lo único que se lograba escuchar por toda la casa junto con la de su madre y la de su abuela, pero pronto aquellas risas fueron calladas cuando el timbre de la casa se escuchó seguido de dos toques en la puerta principal.

Toc, toc.

Kaiden y su ex suegra se miraron entre sí un tanto confusas puesto que era ya un poco tarde y era bastante extraño que alguien se presentara a estas horas a llamar a la puerta.

—¿Esperas a alguien? —se adelantó a preguntar Kaiden.

Maria negó.

—¡Mamá! —esta vez ambas quedaron congeladas, perplejas por reconocer de quien se trataba.

—O shut. —"maldijo" la madre de la pequeña, cambiando la maldición por una palabra un tanto más linda y confusa a la vez al no desear que su hija escuchara palabrotas.

¿Que se suponían que harían? Se suponía que hoy no recibirían ninguna visita, y mucho menos de él. El padre de su hija de la cual el no tenía la menor idea y que también su ex suegra y ella habían escondido de el.

—¿Que haremos? —susurro intentando no entrar en crisis la peli negra.

Su ex suegra al igual que ella hacía lo mismo; intentar no entrar en crisis.

—Bien, bien. —comenzó por hablar. —Yo iré a abrir y tú y la pequeña Kade vayan y escóndanse al baño, yo les avisaré cuando podrán salir.

Ambas asintieron y así ejecutaron su plan.

—¡Vinnie, hijo! —saludo y esa fue la señal para Kaiden como para salir corriendo hacia el baño, olvidándose ahí de algo.

—Mamá. —escuchó su voz aún encerrada desde el baño, obligándose a contener cada aliento.

—Que sorpresa, hijo. —logró escuchar la voz de su ex suegra a lo lejos, voz que se encontraba más que nerviosa.

—Esa era la idea, quería sorprenderte. —escuchó, sintiendo los pasos de ambas personas aún más cercanos a la sala principal. —Mhm, mamá

—¿Si?

—Mhm, ¿y ese bebé?

—Oh mierda. —susurro ella para si misma, ahora más que nada recordó las palabras de su ex suegra cuando se refería a que ella era mala madre en diferentes sentidos, y este era uno; el haber olvido a su propio bebé.

—Oh, mhm. —escuchó como María murmuraba un tanto dudosa.

Los ojos de Vinnie se encontraba en su madre que lo miraba más que nervioso a él y a la bebe que se encontraba sentada en el suelo jugando.

—¿Mamá? —la llamo.

Fue ahí cuando la puerta del baño se abrió y dejó ver la silueta de Kaiden, la cual sintió la mirada fija del chico asombrado, rogando desde el fondo que el mundo la tragara en ese preciso instante.

—Oh, Maria gracias por haber cuidado a Kate, en verdad necesitaba ayuda con todo este trabajo de niñera. —fingió un tema en el que fácilmente pudiera esconder la verdad.

Un simple gesto y su ex suegra entendió todo a la perfección.

—No te preocupes querida. —le siguió. —Creo que ya es un poco tarde, ¿no deberías de llevar a Kate con sus padres? —se adelantó a seguir.

—Claro. —dijo sonriente ella, agradeciendo desde el fondo que su pequeña hija ahora mismo no se dignara por llamarla mamá, teniendo en cuanta que desde que había logrado articular esa simple palabra no paraba de decirlo en todo el día.

—Kaiden. —esta vez la llamo Vinnie, su ex pareja y padre de su hija, que claramente es no sabía que era su hija.

—Hola. —saludó ella un tanto nerviosa e incómoda mientras que se disponía a recoger rápidamente todas las pertenencias de su bebé.

Una vez realizado las acciones se dispuso a salir de la casa no sin antes despedirse.

—Gracias, Maria. —le agradeció a la abuela de su pequeña bebe. Esta asintió con una sonrisa. —Mhm, que guste verte, Vinnie. —esta vez dirigió su atención al chico que aún la miraba completamente perplejo, notándose ahí lo incómodo del ambiente.

Y antes de que el pudiera articular una sola palabra se dispuso a salir por completo de la casa y subir al coche, asesorándome de colocar a su pequeña bebe ya dormida en la silla especial que tenía en el auto para bebés.

La chica agradecía demasiado que el no se hubiera enterado de todo, pero a la vez no pudo evitar sentirse fatal por no contar lo que en verdad era. Pero eso era que el miedo la consumía, ¿porque qué tal si el no reaccionaba de la mejor forma?