El tío Bruno.
Para los tres pequeños, aquel hombre era mucho más que solo un pariente lejano como lo podía ser Camilo, Antonio, el tío abuelo Félix o cualquier otro hombre de la familia, por algo, a diferencia de sus tíos abuelos o primos, él era llamado justo como lo hacía su propia madre: Tío Bruno.
Desde que los tres tenían memoria aquel hombre había estado para ellos en los momentos más importantes. Cuando Domingo recibió sus alas tenía miedo de desplegarlas y volar, pero fue justamente su tío quien estuvo con él todo el día correteándolo para poder atraparlo si se caía (cosa que sucedió más de una vez) hasta que al fin pudo tomar la suficiente confianza para hacerlo por sí solo.
En cambio, cuando una de las ratas que María más amaba murió de vieja fue Bruno quien le explicó que la vida tenía un fin pero que no se sintiera mal por su pequeña amiga pues ella había vivido una vida plena y feliz con todo el cariño del mundo, dejando un pedazo de su existencia a través de sus crías, cosa que alegró a la niña (aunque al final la terminó reviviendo sin querer).
Por último, el pequeño Ángel era quien más sentía apego por aquel hombre pues a causa del temor a usar su don los niños del pueblo habían empezado a pensar que no tenía uno, él realmente no quería enfrentarlos por miedo a quedarse solo, intentó esconder sus temores de sus hermanos o madre pero fue Bruno el único que con solo ver sus actitudes pudo descifrar lo que le sucedía, el adulto habló con los niños explicándoles que el don de Ángel era demasiado poderoso como para ser usado a la ligera, justo como el de él quien les mostró a algunos su futuro, maravillándose con las placas de esmeralda que les creaba con su futuro (que por suerte no fueron para nada malos). Luego de eso ya nadie lo molestaba, pero si había días que a diferencia de sus hermanos se sentía inútil por lo que iba a la cueva de su tío a refugiarse siendo tiernamente acompañado por su tío Bruno, contándole historias únicas e inéditas solo para él.
Es así que, conociendo perfectamente la habitación del pasillo largo, los trillizos se sumergieron en la cortina de arena y llegaron al inicio de las altas escaleras que para cualquiera parecería interminables, aunque según sus abuelos, era mucho más corto el recorrido que años atrás.
Los tres niños miraron hacia arriba, luego asintieron entre sí tomando sus posiciones habituales en la cueva. María y Ángel llegaron hasta una cubeta atada a una cuerda donde pusieron un pie dentro cada uno. En cambio, Domingo extendió sus alas hasta el final del camino y con todas sus fuerzas tiró al vacío un bulto pesado de arena, rápidamente los niños restantes subieron a velocidades interesantes hasta llegar a la cima donde pudieron seguir su camino sin ninguna fatiga.
Mientras los niños hacían todo este elaborado atajo, un hombre de cabellos canosos atados en una coleta baja dejaba un sombrero de fique encima de una piedra, tronó sus dedos y se acomodó en el medio del círculo de arena.
"¿Que será de ella?" Preguntó al destino, quien con aquella chispa verde hizo girar la arena en respuesta.
Los niños y Julieta no fueron los únicos que notaron el interés por Mirabel que mostraba aquel gobernador que los iba a visitar, si bien no era la primera vez que algún hombre buscaba ese tipo de relación con ella esta vez parecía diferente porque la morena prestaba mucha atención a su atuendo y sus modales frente al caballero, señales que no había mostrado más que con Bruno, según recordaba.
Pensó en aquella vieja promesa que ella le hizo esa noche en el río, el día en que concibieron a sus tres maravillosos hijos. Recuerda estar aliviado al saber que no vería a la mujer que amaba en brazos de otro, pero con el pasar de los años la presión que recaía en su sobrina por no haber encontrado una figura paterna para los tres pequeños lo hacía sentir mucho más culpable por haberla arrastrado a esa vida de solterona sin querer.
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Pecadores Imperfectos | MiraBruno
FanfictionImagen temporal de portada, la imagen es de @double_blind en Twitter ¿Por cuanto tiempo se puede esconder un secreto? ¿Puede un pecador ser perdonado? ¿Qué pasará con los hermosos frutos de aquel pecado dulce? ¿Serán ellos arrastrados también?