Desconocido para ella y para todos los demás, en el momento en que su mente se empeñó en mostrarle cosas que desconocía y que no existían...
La carta que estaba servida de la nada...
A la espera de que llegara el momento adecuado para acabar con el...
―Te ves inquieta ―la voz de Archer sonaba casual, el hombre miraba a Caster quien tenía los brazos cruzados y una mirada molesta en su rostro.
― ¿Puedes repetir otra vez a quien estamos "viendo"? ―la voz de Caster fue algo más grave de lo habitual.
Una risa salió de Archer al escuchar como los celos desprendidos de la mujer eran evidentes.
―Lo sabrás cuando lleguemos ―la voz de Archer sonaba tranquila. Miró por la ventana del carruaje para no conectar con la mirada de Caster, que seguía mirándolo casi como si buscara algo en su interior.
Realmente, Caster era una mujer mezquina.
Solo...
¿Cuánto tiempo más iba a tener esa sensación de agrado hacia él?
...
Cuando llegaron al lugar de destino, Medea miró a su alrededor y se sorprendió, Caster estaba confundida, pero no cuestionó nada, después de todo, estaban en un cementerio.
La pregunta de "¿Por qué?" vino a la mente de la mujer de pelo lavanda, pero quedó sin respuesta, ya que no se atrevió a pronunciar una palabra, no al ver el semblante cada vez más decaído del hombre.
Casi podía decir que se veía algo demacrado Archer, todo desde que tuvo contacto con "su madre" no lo entendía, no entendía nada, desde la carta hasta su repentina "comprensión", todo era como si estuviera cambiado por algo que no podía identificar, como si el mundo le respondiera con una cosa cuando lo que ella quería saber era otra.
La hierba y las hojas secas que se pisaban hicieron que la mujer de pelo lavado saliera de su estupor ante el sonoro crujido. Girando el cuello observó como el hombre comenzaba a adentrarse al cementerio.
Algo que Medea podía señalar era que no estaba en un lugar normal para gente sin recursos, no, ese lugar era para gente noble y más en la dirección en la que caminaba Archer.
Si hubiera sido un plebeyo del montón al que buscaban, lo más probable es que hubieran ido a una fosa común.
―La sábana santa que poseo tiene algunas características que ayudan al ocultamiento, no exactamente a la presencia como tal, sino al reconocimiento―la voz calmada de Archer sonó de la nada. Medea enarcó una ceja ante el repentino comentario del hombre.
― ¿Es por eso que tus parámetros y demás cosas no son posibles de observar? ―
―Eso y algunas cosas más, pero no es importante, lo que probablemente sabes, es que no poseo un Fantasma Noble como tal, ¿Verdad? ―la pregunta de Archer fue recibido con un silencio momentáneo.