Las risas de ambos niños se escuchaban por cada rincón del jardín, Lugonis el padre de Albafica estaba sentado en una de las mesas del jardín leyendo un libro y viendo a los niños jugar entre las flores.
Albafica corría entre las rosas mientras que Manigoldo lo perseguía y trataba de atraparlo, rápidamente saltó sobre él y los dos terminaron rodando por el césped mientras reían a carcajadas.
Los dejaron de rodar y quedaron tendidos en el césped mirando el hermoso cielo azul y adivinando las figuras que formaban las nubes.
-Manigoldo mira-dijo Albafica levantándose y caminando hacia un banco de flores.
-son flores-dijo Manigoldo mientras se levantaba y se sentaba en una roca.
-no seas tonto-poniendo una sonrisa y corriendo entre las flores.
Cuando Albafica pasó corriendo entre las flores miles de mariposas salieron volando ante la mirada de asombro de ambos niños, aunque realmente Manigoldo no le estaba prestando atención a las mariposas, su vista estaba posada en Albafica quien sonrió cuando una mariposa se posó en su cabello.
Manigoldo rápidamente aparto la mirada sonrojado tratando de distraer sus ojos de la belleza exótica que estaba delante suyo, Albafica le dio una suave mirada mientras tomaba la mano de manigoldo.
-Albafica yo...-tratando de encontrar las palabras-yo te a...
Pero las palabras de Manigoldo quedaron atoradas en su boca cuando un fuerte estruendo se escuchó casi cerca de la mansión, Manigoldo volteo la mirada hacia Lugonis quien ya se había levantado de su asintió y levantó la vista hacia el cielo.
Manigoldo cambio su vista hacia donde miraba Lugonis y sus ojos se abrieron al ver una larga fila de humo que se asoma del otro lado de la mansión, los gritos no tardaron en escucharse y más filas de humo se asomaban por las mansiones vecinas.
Manigoldo apretó la mano de Albafica mientras miraba estupefacto como el cielo se teñía de rojo, pero Manigoldo apenas si pudo reaccionar cuando un avión apareció sobre la mansión tirando una bomba.
Manigoldo abrazo a albafica y se lanzó con él hacia el suelo cuando la bomba se estrelló contra a mansión y varios trozos quemados de la mansión se esparcieron por el jardín que comenzó a incendiarse, varios hombres armados entraron y comenzaron a disparar a diestra y siniestra, lamentablemente Lugonis murió durante el tiroteo.
Manigoldo tomó la mano la mano de albafica y comenzaron a arrastrarse entre las flores y el humo para no ser vistos por los soldados. Manigoldo se detuvo y levantó la vista cuando vio que los soldados salían corriendo.
Eso le extrañó, pero todo tomó sentido cuando se escuchó más bombas cayendo alarmado tomo a Albafica y comenzó a correr cuando las bombas por fin chocaron contra el suelo y debido a la explosión los cuerpos de ambos niños salieron volando y terminaron separándose.
Manigoldo se levantó con dificultad la sangre caía por la comisura de su labio, por su frente y sufrió un corte en el brazo. Levantó la vista tratando de visualizar a albafica, pero debido a tanto humo apenas si podía ver el césped.
Camino con cierta dificultad ya que también por la caída se había lastimado la pierna, debido a la pérdida de sangre y el insoportable dolor tanto de su brazo como el de pierna terminó cayendo al suelo.
Lo último que vio fue a su querido Albafica parado entre medio de las llamas mientras se sujetaba su brazo que no dejaba de sangrar, en sus ojos puedo ver las gruesas lágrimas del peli celeste, pero eso no era lo único ya que manigoldo podía jurar que vio a duras penas que Albafica había sufrido varias quemaduras.
ESTÁS LEYENDO
Susurros en el jardín
FanfictionManigoldo y Albafica son dos niños cuyas vidas fueron cambiadas debido a la guerra, Manigoldo creyó perder a Albafica pensado que lo único que tenía de él serían aquellos hermosos recuerdos en el jardín. Pero todo cambia cuando en una batalla entre...