Capítulo 13

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Minos hizo que llevaran al doctor a una habitación los soldados tiraron a Javier al suelo y este tenía varios moretones en la cara y los brazos, Minos se acercó a él y le tiró agua en la cara para levantarlo Javier levantó la cabeza y le dio una dura mirada a Minos.

-veo que has aguantado-mirando los moretones en la cara de Javier-pero hablaras tarde o temprano.

-moriré antes de decirte dónde está-dijo firmemente.

-es grato escuchar eso-sonriendo mientras tomaba unos guantes negros-pero no serás útil si estás muerto-poniéndose los guantes-te haremos hablar de alguna manera.

-no importa lo que me hagas-mirándolo fijamente-yo jamás diré nada.

-creo que te confundiste-caminando hacia la puerta-yo nunca dije que te torturaríamos para que hablaras, no, no-negando con la cabeza-ya vimos que eso no sirve de nada, en su lugar tenemos un incentivo mucho mejor.

Minos abrió la puerta y el soldado que habían dejado atrás entró empujando a una mujer y a una niña la mujer abrazó a la niña pidiendo que no las lastimaran, Javier comenzó a gritarle a Minos mientras trataba de liberarse.

-querido-dijo la mujer mirando a Javier-¿Que está pasando?

-déjalas ir ellas no tienen nada que ver en esto-dijo furioso mirando a Minos.

-eso debiste haberlo pensado antes de involucrarte con un traidor a la nación-dijo sin emoción-ahora me dirás el lugar en donde se esconde Albafica o-volteando hacia la esposa e hija de Javier.

Javier permaneció en silencio Minos levanto una ceja y después se volteó hacia el soldado y le dio una señal, el soldado se acercó a la esposa de Javier y le arrebató a la niña después tomo la mano de la mujer y puso unas pinzas en uno de sus dedos.

-te daré una última oportunidad-dijo Minos-habla o atiende las consecuencias.

Pero Javier solo bajo la cabeza pensando en la situación pidió mentalmente perdón a Albafica ya no podía dejar que lastimara a su familia, Minos estaba impaciente y con una señal el soldado terminó por arrancar el dedo de la mujer haciendo que esta grite de dolor.

-¡¡¡No!!!-grito Javier al ver el sufrimiento de su mujer.

-habla-dijo Minos agarrando a la niña.

-no me lastime-dijo la niña llorando.

-eso depende de tu papi-dijo Minos tomando las pinzas.

-papi ayúdame-mirando a su padre con los ojos llorosos.

-si papi-dijo Minos con una sonrisa-ayúdame.

Javier solo miro a Minos con odio, pero Minos no tiene paciencia asique movió la pinza hacia el dedo de la niña, Javier apretó los dientes y en eso se escuchó el llanto de dolor de la niña y el grito de desesperación de su madre.

-bastardo-dijo Javier furioso-es sólo una niña.

-esto solo depende de ti-soltando a la niña y dejando que su madre la agarre-escucha cariño-agachándose hasta estar a la altura de la mujer-tu esposo solo tiene que decirnos la ubicación de un desertor del ejército, si él hubiera cooperado con nosotros ni tu hija y tu estarían en esta situación-mirando hacia Javier-como puedes ver el aún se niega a cooperar y no creo que tú y tu hija tengan dedos suficientes para hacerlo cambiar de opinión-volviéndose hacia la mujer-entonces qué tal si mejor nosotros hacemos un trato.

-no le hagas caso amor-dijo Javier-no importa lo que hagas este monstruo nunca cumple su parte del trato.

-haz que se calle quieres-le dijo al soldado que estaba detrás de Javier-entonces qué me dices si colaboras con nosotros te dejaremos ir con tu hija y te prometo que el gobierno no atentara con la vida de ustedes si colaboran con nosotros, es más dejaremos que se vayan del país sin preocupaciones, que me dices.

Susurros en el jardínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora