Capítulo 3

121 9 1
                                    

El sol salía por el horizonte cuando el escuadrón enemigo esperaba la llegada de su espía en las líneas enemigas al mismo tiempo preparaban sus armas, granadas, etc...Minos estaba en su tienda revisando los planos de ataque cuando entró uno de sus soldados.

-más vale que sea una buena razón para interrumpirme-dijo sin dejar de ver los planos.

-lamento interrumpir señor-parándose firme-pero el espía ha llegado.

-entiendo-dejando los planos y caminando hacia la salida.

Cuando Minos salió de la tiendo vio al resto de soldados rodeando a un hombre de cabellos celestes y piel blanca, Minos sonrió y se acercó y puso una mano sobre su hombro haciendo que el otro se sobresaltara un poco.

-espero traigas buenas noticias-sonriendo-Albafica.

Cuando Albafica volteo se pudo apreciar que llevaba puesto una bufanda de color azul oscuro que cubría la parte inferior de su cara dejando ver sólo sus ojos azules, Minos guió a Albafica a la tienda para escuchar su reporte.

-bien-sirviendo algo de café-soy todo oído-dándole la taza a Albafica.

-no hay nada nuevo-mirando la taza en sus manos-sus defensas son fuertes y se aseguran de mantener sus puntos débiles ocultos.

-qué me dices de los que están esperando nuestra emboscada-mirando el mapa en la mesa-tendrán algún punto débil.

-no-negando con la cabeza-los he estado observando durante meses y ninguno deja ver sus puntos débiles.

-¿qué me dices de él?-mostrando una foto de Manigoldo-¿qué sabes al respecto?

Albafica dejó caer la taza y quedó mirando la fotografía en shock, Albafica dio un paso hacia atrás mientras se sujetaba la cabeza con dolor, por la mente de Albafica pasaron varios recuerdos fragmentados del pasado, pero aun así no puedo reconocer el rostro de Manigoldo.

Después del ataque Albafica recupera el sentido y volvió a ver a Minos y solo negó con la cabeza a la fotografía de Manigoldo, Minos por otro lado solo sonrió y despido a Albafica quedando él solo en la tienda.

Mino tomo la fotografía de Manigoldo y la tiró a la basura para después salir de la tienda y caminar hacia sus soldados. Mientras tanto en el otro campamento Manigoldo estaba en la torre de vigilancia tomando café y viendo el horizonte con unos binoculares.

-algo fuera de lo común-dijo Kardia llegando con algo de comida para Manigoldo.

-nada-suspirando y dejando los binoculares aun lado-esto es estresante-llevando a su boca un trozo de pan-¿cómo están los demás?

-ya los conoces-señalando hacia abajo-desesperados y ansiosos.

Después de un largo tiempo de espera el escuadrón de Minos precedió con su ataque alertando a los soldados que estaban con Manigoldo, Minos dio la orden y los soldados lanzaron las granadas logrando retroceder a los soldados.

Manigoldo arrastró a unos cuantos cuando una granada cayó cerca de sus pies, cuando las granadas explotaron algunos soldados fueron lanzados por el aire haciendo que golpearon el suelo.  

Debido a la explosión se levantó bastante polvo nublando la vista de los soldados, pero no tuvieron tiempo de reaccionar cuando se escucharon los disparos del enemigo así que rápidamente saltaron a las trincheras y comenzaron a disparar.

-estamos rodeados-dijo una de los soldados.

-permanezcan juntos-dijo Manigoldo que estaba al lado de Kardia-así podremos reconocer al enemigo entre tanto polvo.

Susurros en el jardínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora