Albafica ya no sabía que hacer el asunto de Manigoldo lo tenía confundido, los sueños lo estaba viviendo loco y también está el asunto de Minos sabía que él le estaba ocultando cosas y la verdad nunca le dio curiosidad.
-sé que no quieres hablar-dijo Arnold-pero si cooperas podemos darte protección.
Albafica solo desvío la mirada Arnold suspiro y salió de la habitación realmente era difícil tratar con Albafica, cuando Albafica quedó solo se levantó y trato de buscar alguna salida.
Salió de su habitación y camino por los pasillos evitando a las enfermeras. Entro en una habitación y encontró algo de ropa para poder cambiarse, recogió su cabello y se puso un sombrero.
Albafica salió del hospital y camino hacia la estación de tren más cercana, cuando llegó se buscó entre los bolsillos y encontró algo de dinero, compro un boleto y subió al tren.
En su camino de regreso medito sobre Minos y Manigoldo, también tenía curiosidad por el jardín con el que había soñado, pero no sabía en dónde estaba y tampoco recordaba la cara del niño que apareció en sus sueños.
-¿Qué debo hacer?-escondiendo su rostro entre sus manos.
El tren llegó hasta su destino y Albafica bajo, camino sin ser visto por la frontera y camino hacia los cuarteles. Cuando llegó fue recibido por varios soldados y entre ellos estaba Minos quien solo lo miraba con una sonrisa, los generales citaron a Albafica para poder interrogar lo.
-cuentas todos desde el principio.
Albafica comenzó a contar lo que había pasado en la mansión y de que los dos soldados que mandaron para ayudarlo no fueron de mucha ayuda.
-nosotros no mandamos más soldados-dijo una de los generales golpeando la mesa.
-después resolvemos ese asunto-dijo otro-continua.
Albafica continuo con su relato obviamente omitiendo la parte en la que ayudo a Manigoldo y de que los dos terminaron cayendo en el río.
-luego fui encontrado por el enemigo, me atendieron esperando obtener información de mí, y el momento justo me escape.
-¿Qué hay de Manigoldo?
-no lo sé-negando con la cabeza-lo más probable es que esté muerto, pero por lo que tengo entendido aún no encuentran su cuerpo.
-eso es todo.
-si.
-bien-suspirando-puedes irte a descansar.
Albafica salió y camino hacia su habitación, se quitó la camisa y vio las vendas alrededor de su abdomen, se puso su camisa junto con una bufanda para después sentarse en su cama.
En eso la puerta se abre y entra Minos con una tenebrosa sonrisa que estremeció a Albafica, Albafica retrocedió lentamente, pero Minos lo tomo por las manos y lo acostó en la cama y comenzó a besar ferozmente los labios del peli celeste.
-no-dijo con un gemido-duele.
-descuida-susurrándole en el oído-no soy un monstruo como para hacerlo cuando estás herido-pasando su mano por las vendas.
Albafica comenzó a temblar esperando que Minos no llegará lejos, pero Minos solo lo devoró a besos y después se fue dejando a Albafica con unas ligeras lágrimas en los ojos.
-Manigoldo-susurro encogiéndose y tratando de olvidar todo a su alrededor-ayúdame.
Mientras tanto con Degel este aún se encontraba en el hospital esperando noticias de Kardia, Arnold estaba hablando con unos soldados sobre Albafica.
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Susurros en el jardín
FanfictionManigoldo y Albafica son dos niños cuyas vidas fueron cambiadas debido a la guerra, Manigoldo creyó perder a Albafica pensado que lo único que tenía de él serían aquellos hermosos recuerdos en el jardín. Pero todo cambia cuando en una batalla entre...