Parte 6 La ira es una mala consejera

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La asesina a duras penas logró llegar a puerto, el cansancio la estaba afectando pero la ira la motivaba a seguir.

Al llegar al barco para su sorpresa estaban todos dormidos o con una resaca terrible, esto no hizo más que esta se enojara aun mas.

— Capitán zarpamos enseguida — La asesina exigió a la tripulación.

— Pero el detective aún está en la posada, así como varios de nuestros hombres — Uno de los pocos marineros que se animó a hablar estaba algo intimidado.

— Voy por ellos — La asesina se encaminó — Salimos en cuanto regrese.

La asesina estaba realmente cansada, si no habría sido realmente fácil deshacerse de esta carga innecesaria — tal vez podría decir que se resbaló en la noche mientras salía a orinar— La asesina pensó mientras buscaba la posada — Envenenamiento por comida descompuesta sucede muy comúnmente —

Cuando la asesina llegó a la posada, el detective y su tripulación estaban festejando, temprano compartiendo bebidas y cantando alegremente.

— Otra bebida para mis valientes marineros — Gritó el detective alegre.

-Haaaaa!!! — grito la tripulación

— Un brindis por al capitán — Gritó uno de los marineros

— Un hurra por la gran pesca mi capitán — Gritó otro mientras reía alegremente.

Ya fuera por la emoción o el alcohol el detective nunca se había sentido tan feliz en su vida.

— ¡Que carajos, Oscar!! — La asesina estaba ahora más furiosa — Mas te vale haber atrapado a Mildred—

Un marinero se acercó y abrazó a la asesina — Únase a la celebración, al detective le robaron el corazón —

— basta no exageres — Comentó el detective — Mildred, lo lamento esa fugitiva no a tocado el muelle en nuestra valiente vigilancia—

— Por el detective — Los marineros festejaban

La asesina respiró hondo sacó su varita sin que nadie se percatara.

Poco a poco cada marinero comenzó a vomitar arruinado el momento.

— Detective, salimos de inmediato despídase de su damisela, tenemos trabajo que hacer ya tendrá tiempo más adelante recuerde a quien representa — La asesina regreso al barco, tomando solo una hogaza de pan para mitigar el hambre.

En el barco la joven sacó su esfera de cristal y se contactó con su aquelarre.

— Mildred ha escapado y mató a nuestra hermana — La asesina mostró su varita — Mildred uso a una aldea como su escudo, ella los protegió hasta el final murió como una heroína, les advertí que era demasiado blanda para el trabajo.

Las voces se oían en la esfera, la asesina mantuvo la varita en sus manos, si bien no se permitía expresar emociones le dolía lo que había pasado ella era como su hermana.

— Debes regresar — Ordenó una de las voces en la esfera.

— Es muy peligroso para ti sola — Mencionó otra.

— Esa bruja es muy peligrosa, tenemos que organizar un grupo con mejores elementos — Comentó otra de ellas.

La asesina no se lo creía, acaso tienen miedo, o se estaban rindiendo.

— Ella va a escapar, su rastro está fresco, puedo alcanzarla e incluso llegar antes que ella a su destino — La asesina exclamó.

— No hay discusión, regresa — Una de las brujas reclamo — Las emociones no deben nublar tu juicio —

La estrella del norteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora