Mildred sabía que adentrarse al mar es muy peligroso, uno se podría perder, terminar en algún país conflictivo, ataques piratas e incluso monstruos marinos, ella estaba preparada para lo peor.
Curiosamente para su buena fortuna todo iba viento en popa, era tan favorable que ni fue necesario el uso de magia para impulsarse, solo era cuestión de maniobrar las velas y listo.
A pesar de su falta de experiencia en la navegación tuvo un poco de suerte, una nave comercial estaba justo en su misma dirección a la que ella se dirigía, así que decidió seguirla, no estar demasiado cerca pero no tan lejos como para perderla de vista.
Al cabo de unos días Mildred estaba completamente perdida, ella sabía leer los mapas, sabía cómo posicionarse con las estrellas y sabía usar ese ridículo aparato de navegación pero por el momento no tenía idea de donde estaba, miraba de un lado u otro del barco y sólo había mar, olas y más mar, ella estaba segura que ya debería estar en puerto, el mapa indicaba que había un puerto de Portugal, un muelle pesquero en una isla enmedio del océano, pero ahi deberia de estar.
Mildred tomó su escoba para tratar de ver más a lo lejos pero para su sorpresa nada, sólo había mar a la vista, cuando trato de regresar a su barco un horrible escalofrío recorrió su espalda al percatarse que no estaba a la vista.
— El barco, donde está el barco — Mildred estaba espantada, al menos solo fue un susto.
Una ola había ocultado su imagen por unos momentos, Mildred respiro aliviada pues ella sabía que perderse en el mar era demasiado sencillo.
Mildred decidió lo más sensato ir en linea recta y tratar de encontrar tierra, aunque era aburrido, demasiado tedioso, todo el día había pasado y nada no había señal alguna de otro barco o una isla lo que fuera y los golems que fungen como marineros no eran exactamente muy platicadores.
Ella simplemente decidió descansar un rato en su cuarto, varios hechizos evitarían que el barco se hundiera o chocara con algo.
Su habitación era realmente cómoda, agradecía que su nueva cama y almohada junto con las pieles le dieran esa comodidad que tanto necesitaba para descansar.
Mildred estaba en el sueño más cómodo y profundo en semanas, ella se percató que estaba en un sueño, estaba en una aldea pintoresca en la mitad de la selva, mientras lo demás no se veía con claridad una choza gigantesca hecha de hojas de palma se veía nítida y la invitaba a pasar, en ella estaba una mujer que agitaba su caldero, aunque su vestimenta era algo fuera de lo común, solo contaba con una falda muy corta de piel de jaguar y como vestimenta solo algunos collares que cubrian su pecho.
— Mildred? que sorpresa verte por mis reinos. ¿no estarás muriendo verdad? o puede ser que alguien que apesta a muerte esté cerca de ti— La chamán seguía agitando su caldero, tomó una gran cuchara para probarlo — no olvides buscarme los espíritus tienen un mensaje para ti —
Un fuerte golpeteo en la puerta la puso en alerta — ¿Quién carajos iba a tocar la puerta en medio del océano, piratas? — Los pensamientos de Mildred corrieron a mil por hora.
A diferencia de hace años ella estaba más que preparada, invoco su conjuro que le adoptó su disfraz por cualquier cosa levantó una protección a su alrededor, y alistó su varita.
— Por favor, necesito ayuda — Se oía desde la puerta mientras seguía golpeándola.
— Tu el de la puerta, aléjate voy abrir la puerta, estor armada y no dudare en disparar— Exclamó Mildred amenazante.
— Entiendo, me alejo necesito ayuda con urgencia soy un náufrago pero mi compañera se encuentra muy grave — Se oía la voz desesperada.
Mildred no confiaba pero algo le decía que no mentía el extraño, al salir el estaba de rodillas con las manos en alto.
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La estrella del norte
AventureUn entusiasta detective y una joven bruja asesina buscan dar caza a una de las mas grandes amenazas de la época "Mildred" quien propago en caos en la cuidad de Londres ya hace años y siguiendo las pistas tendrán que detener a esa gran amenaza. ...