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- Sirius - susurro la castaña
- ¿Otra vez? - la chica solo asíntio - Accio - murmuró él Black estirando su varita, en tan solo unos segundos el empaque de chocolate llegó a sus manos
- Gracias cariño - agradeció la mujer sentándose en la cama - ¿Podrías encender la televisión? - pido amablemente
- Linda, son las tres de la mañana - recalco el pelinegro medio dormido
- Por favor - suplico con un puchero su esposa logrando que el joven se pusiera de pie
- La amo mucho Merlin, la amo mucho - susurro más para si mismo mientras buscaba la película que su pareja veía la mayoría del tiempo La Bella Durmiente
- Gracias cielo - la mujer se recargó en el respaldo de su cama y se dispuso a comer chocolate mientras veía la película
- Helena, comienzo a dudar que seas una adulta - la Ravenclaw lo miro sorprendida y el Gryffindor supo en esos momentos que lo había echado a perder
- Me dijiste Helena - murmuró con lágrimas en los ojos la mujer
- Cariño, pero así te llamas - trato de escusarce el pelinegro
- Pero tú nunca me llamas así - la de ojos cafés comenzó a limpiar sus lágrimas - siempre me dices amor, cariño o a lo mucho Lena
- Está bien, lo siento amor, discúlpame - la embarazada asíntio y el animago se acercó a ella para acariciar su vientre de ocho meses
Las hormonas de Helena se encontraban alteradas, apartir del cuarto mes se había vuelto demasiado sensible, cosa a la que nadie estaba acostumbrado, pues raras veces se podía ver a Helena Longbottom llorar, sin embargo ahora era pan de cada día; dado que la Black lloraba hasta por las plantas que cortaban
Durante todo el embarazo Sirius había sobreprotegido a su esposa, no dejaba que moviera objetos pesados, ni siquiera con magia y se pasaba las veinticuatro horas del día pegado a ella cuidando de todo el proceso; al igual que los dos niños que se pasaban la mayor parte del tiempo recostados con su madre hablándole al vientre
- ¿Cómo está mi princesa? - murmuró él pelinegro acariciando el enorme vientre de su pareja - ¿Ya estás lista para salir?
Helena sonrió ante la imagen, jamás se hubiera imaginado esa imagen, el gran Sirius Black hablando con un acento bastante gracioso a su abdomen; James se reiria de él a más no poder y le echaría en cara todas las veces que Sirius se había burlado de él
- Muy contenta al parecer - murmuró la Black sintiéndo una patadita en su barriga - creo que jugará Soccer y no Quidditch, con las paradas que da
- No puedo esperar a que nazca, ya la quiero tener en mis brazos - confesó el animago antes de dejar un beso en el vientre de su amada
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ʀᴇꜱɪʟᴇɴᴄɪᴀ | ꜱɪʀɪᴜꜱ ʙʟᴀᴄᴋ
FanfictionTras los trágicos sucesos del 31 de octubre y la muerte del menor de los primogénitos Black, Helena y Sirius tienen que tomar las riendas de su vida una vez más y hacerse cargo de dos pequeños que han quedado a la deriva sin sus padres; siendo ellos...