Tras los trágicos sucesos del 31 de octubre y la muerte del menor de los primogénitos Black, Helena y Sirius tienen que tomar las riendas de su vida una vez más y hacerse cargo de dos pequeños que han quedado a la deriva sin sus padres; siendo ellos...
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- Creo que debemos hablar - la voz de su esposo hizo que levantará la mirada
- Claro - señaló el pequeño sillón frente al escritorio, que rápidamente fue usado por el pelinegro - ¿De qué quieres hablar?
Helena se encontraba en la biblioteca del hogar Black, en una pequeña sección que había sido adaptada por el ojigris para que su esposa pudiera realizar sus investigaciones, antes de mudarse ahí
- No me gusta estar enfadado contigo - fue directo al grano - nunca he podido mantenerme así por más de unos días y no quiero que está vez sea la excepción
- Yo tampoco quiero seguir así contigo, te dije cosas horribles que no pienso de verdad - confesó - tu solo quieres que los niños sigan nuestros pasos, que estén con sus amigos y eso no te hace igual a tus padres; lo siento
La delgada mano de la mujer se posicionó sobre el escritorio, el hombre aprovecho para tomarla de inmediato, acariciando levemente su dorso
- No, yo lo siento - se apresuró a hablar - nunca debí haber dicho eso, James no estaría decepcionado de tí, él nunca podría estarlo - acarició la mejilla de su esposa - sé que él y Lily están orgullosos por lo que has logrado, fuiste la madre de tres niños - sonrió - y eres la mejor que pueden tener; Cornamenta nunca podría decepcionarse de alguien tan fantástica como tú - el Gryffindor se puso de pie y rodio la madera para acercarse a ella
- Te amo Sirius Black - está vez ella sostuvo las mejillas del animago en sus manos
- Te amo Helena Black - tan rápido como pudo se apresuró a besar los labios de la Ravenclaw - ¡Por Godric! - exclamó lanzando su cabeza hacia atrás - no sabes cuánto extrañaba tus besos
- ¿A sí? - pregunto sonriendo antes de volver a besarlo - porque yo no tanto - bromeó
- No vuelvas a hacerme sufrir así - murmuró besándola con más fuerza - sabes que no puedo vivir sin tocarte - la mano del brujo bajo lentamente hacia la cadera de la chica con otra dirección en mente
- No tan rápido Black - tomo su mano y la posiciono de nuevo en su cintura
- Por favor, hermosa - suplico - no puedes hacerme esto - la sonrisa de Helena solo creció más - los niños están dormidos
- Y tú deberías hacer lo mismo - murmuró besando la comisura de sus labios antes de salir rumbo a su habitación - buenas noches, Orión
- Igual que en Hogwarts - murmuró viendo su pijama y cubriendo su rostro con su mano - igual que en Hogwarts - volvió a confirmar
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-¿Tienen todo listo? - pregunto una vez más la de ojos obscuros mientras servía más jugo en el vaso de su hija
