Tras los trágicos sucesos del 31 de octubre y la muerte del menor de los primogénitos Black, Helena y Sirius tienen que tomar las riendas de su vida una vez más y hacerse cargo de dos pequeños que han quedado a la deriva sin sus padres; siendo ellos...
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- ¿Segura de que esta quedando bien?
- Por supuesto lobito ¿Confías en mí? - el licantropo la miro mientras picaba algunas verduras
- Por supuesto - aseguro el Lupin antes de volver a sentarse en el sofá - Ly sabes que yo puedo preparar la cena, no es necesario que lo hagas tú
- Remus, entiende que quiero hacerlo - aseguro mientras encendía su estufa - es nuestro aniversario y me he esforzado por aprender a cocinar, solo confía en mí
- Bien, pero sabes que no importa si no sabes cocinar yo te amo de todas formas - la rubia se quedó congelada ante la declaración del mago
- ¿Me amas? - su novio se quedó en blanco, aquello había salido tan espontáneo que ni siquiera se había detenido a procesarlo
- Si - susurro mientras la chica se acercaba a él - si, te amo - le respondió está vez más seguro
- Te amo Remus Lupin - dijo la chica antes de encorvarse un poco para besarlo
El beso se intensificó un poco cuando el Gryffindor la jalo de la cintura para sentarla sobre su regazo
- Durante toda la escuela espere esto - murmuró entre besos la Slytherin
- ¿Encerio? - pregunto tomando un poco de aire el merodeador - creí que entre tantos pretendientes te olvidabas de mí
Los besos y las caricias se detuvieron gracias al reloj que comenzó a sonar
- Debo sacar la comida del horno - murmuró la rubia - el postre tendrá que esperar
- ¡Lyra! - se quejó el chico levanto su mirada al techo - no es justo - comenzó a hacer pucheros
- La vida no es justa Rem, así que apúrate y siéntate para comer - demandó la joven mientras se ponía los guantes de cocina y llevaba el plato de vidrio con la comida a la mesa - prepare lasaña y puré de papa
- Solo te perdono porque amo la lasaña - en menos de un minuto el Lupin ya estaba sentado en la mesa
- Y para la ocasión vino - la Ross saco una botella del mueble de cristal
- Ly, linda, sabes que no puedo tomar, tengo que regresar a casa y no creo que sea buena idea hacerlo ebrio - se escuso el licantropo
- ¿Y si te quedas? - el Lupin la miro sin entender - puedes quedarte a dormir, no tengo problema, a demás yo me he quedado en tu departamento un montón de veces
- Si, te quedas en luna llena, además no quiero aprovecharme Lyra, no quiero molestarte
De cierta forma el miedo del licantropo no era abusar de su hospitalidad si no el no poder contenerse, pues hasta el momento la feliz pareja no había dormido juntos
