- ,, 🦋 [ 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ]⌇·˚ ༘ | Jujutsu Kaisen Oc

𝟎𝟑 - 𝐂𝐡𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐜𝐞𝐫𝐨

ੈ ✩‧₊Serendipia

Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba.

❪ ;; ❜❜ 🦋 ੭ ⁾⁾

En el concurrido lugar de Harajuku, tres alumnos de la preparatoria de hechicería Tokio caminaban rumbo al encuentro con su profesor, que les había indicado reunirse ahí, con el fin de conocer a su nueva y última compañera de primer año, la cual casualmente era provinciana y había aprovechado la oportunidad de citarlos ahí, para poder darse una vuelta en Harajuku en lo que ellos llegaban a su encuentro. O al menos eso pensó la menor de los Gojo, y la verdad es que no la culpaba, Harajuku era un lugar bastante concurrido por ser tan llamativo y colorido, lleno de muchas cosas por ver y probar; era en pocas palabras un imán para turistas o inclusive para aquellos que vivieran en Tokio, hasta la misma Aeri se daría el lujo de perderse ahí por un par de horas.

Los tres estudiantes pararon cerca de la estación para esperar a su maestro, dos de ellos, acompañados de sus respectivas paletas de hielo, se encontraban un poco más distraídos con los colores Harajuku que el último, quien tenía la mirada enfocada hacia la salida del metro en Harajuku.

─ ¿No les parece poco extraño que solo seamos cuatro en primer año?.─ cuestiono el joven de cabello rosado observando hacia el mismo punto que el pelinegro.

Nuestro nuevo estudiante se encontraba ya con su uniforme puesto, que recién se lo acababan de entrega, sentado junto con los otros dos, sobre una pequeña cerca metálica que estaba en el pavimento de la calle, comiendo una paleta de hielo color azul al lado de la mitad azabache que comía una paleta de fresa.

─ ¿Conoces a otras personas que puedan ver maldiciones?.─ le contestó Fushiguro con otra pregunta.

El recipiente de Sukuna se desconcertó un poco ante su pregunta. No, no las conocía ¿o tal vez si? Trato de buscar una respuesta en su nueva compañera mitad azabache, pero esta estaba comiendo su paleta de frutos rojos poniendo toda su atención en alguna tienda local.

¿Cuántas personas podían ver las maldiciones? ¿Y si acaso había personas que las veían, pero se hacen los que no las ven? ¿Qué tal si todos podían verlas y él no? ¿Acaso estamos viviendo en una simulación? ¿Soy real? ¿Somos reales? ¿Acaso somos gomitas?

Aquellas preguntas no dejaban de rondar en su cabeza.

─ Megumi, le vas a quemar un fusible al pobre Itadori.─ Aeri colocó su mano en el hombro del mencionado, para así, sacarlo de sus pensamientos y preguntas existenciales.─ Los hechiceros somos una minoría en realidad.