- ,, 🦋 [ 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ]⌇·˚ ༘ | Jujutsu Kaisen Oc

𝟏𝟏 - 𝐋𝐢𝐦𝐩𝐢𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐛𝐚𝐧̃𝐨𝐬

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— Lava los baños dijeron ellos. Será divertido, dijeron ellos.— murmuró molesta para sí misma, el trapo pasaba una y otra vez sobre la mancha en el suelo.

Medio día del lunes, faltaba aproximadamente una semana y media para el intercambio de escuelas gemelas, todos los funcionarios de la institución estaban vueltos locos preparando todo para el evento. Y la que escribe no hace nada.

Después de su pequeño escape de hace cuatro días, Asami la obligó a cumplir su castigo por haber roto al menos unas dos reglas de la escuela de hechicería. No podían culparla, estaba en sus venas ser así, o más bien por qué Satoru se convirtió en su único modelo a seguir.

Había cierta ansiedad entre los estudiantes de segundo y primer año por el evento, desconocían la fuerza de la escuela hermana que sería su oponente. Pero como siempre, ella era la excepción a la regla, ser la hermana menor de Gojo Satoru le traía ciertos beneficios, entre ellos era asistir como acompañante de su hermano al intercambio de escuelas hermanas cada año. Los de segundo año de Kioto no le parecían la gran cosa (a excepción de una sola persona), en cambio, los de tercer año, Todou Aoi y Kamo Noritoshi, le parecían motivo de preocupación. Noritoshi era el próximo en la línea de sucesión del clan Kamo, tenía un vasto conocimiento de la hechicería debido a que su familia era parte de los tres grandes clanes (un montón de idiotas para ella); Aoi era un punto y aparte de ese tema, con una gran masa muscular y (aunque no lo pareciera) una inteligencia que sorprendía, le habían dado la fama de exorcizar a un grado especial el año pasado. Pero fuera de ellos, el resto le era insignificante.

— Ya veo por qué dicen que no deben dejar a los loquitos solos.— habló la castaña a sus espaldas.

Podría decirse que se acostumbró a la presencia de Kugisaki, le agradaba, puesto que de cierta manera le recordaba a una amiga que tuvo en secundaria.

— Mi terapeuta sabrá de ti.

— Tu terapeuta es un hurón oloroso.

— Mi terapeuta también sabrá eso.

Giró su cabeza encontrándose con sus dos compañeros de clase en un mal estado, los restos de sangre aún eran evidentes en el rostro de Fushiguro y los moretones en el rostro de Kugisaki aún estaban inflamados. Era sorprendente imaginar que se metieron en problemas, sin ella.

— ¿Los arrolló una manada de elefantes? ¿O por qué esas caras?.— cuestionó la burlona al mismo tiempo que se levantaba del suelo.

— Muy chistosa.— murmuró.

— Estuvieron los de Kioto, y bueno, parece que quería una probada.— soltó un quejido de dolor, la paliza que le habían puesto duraría un par de días.