𝟎𝟐 - 𝐓𝐡𝐞 𝐡𝐚𝐧𝐠𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐫𝐞𝐞

1.5K 114 18
                                    



ੈ ✩‧₊Efímero

Aquello que dura por un período muy corto de tiempo.






❪ ;; ❜❜ 🦋 ੭ ⁾⁾


Por estas razones no creo en los hombres, si hasta mi propio hermano me miente.❞

En efecto, habían salido a hacer un encargo especial, pero no era más que una compra «especial» por parte del mayor, puesto que el Kikufu de Kikusuian era una especialidad de Sendai que si no probaba antes de irse, es como si nunca hubiese estado en Sendai. Aeri, quien iba cargada en la espalda de su hermano, observaba con aburrimiento las tiendas de Sendai; algunas seguían abiertas, otras tantas ya estaban cerrando por la hora que era.

— Por lo menos a un perro le compran algo de comer y no solo lo ilusionan.— comentó tirando del pelo albino de Satoru.

— Al menos el perro no es tan molesto.— sobo su cuero cabelludo, dándole un ligero pellizco en el brazo a la menor, recibiendo de su parte un escandaloso quejido.— Ya te dije que se nos hacía tarde para ir a ver a Megumi, de regreso te compro algo.

— Ojalá tu dichoso postre se lo lleve un pájaro, pero al pájaro se le caiga, lo atropellé un carro, le cague encima el mismo pájaro, lo aplaste una manada de elefantes, lo arrastren aguas residuales que casualmente traigan algo de petróleo en estas mismas, después un demente le tire un fósforo y finalmente explote en mil y un pedacitos.

— Mariposita, es de mala suerte y educación desearle el mal a los demás.

Su mente se perdió en la rara plática que Satoru le daba sobre el postre que había comprado, mientras que sus ojos celestes se posaron en una konbini o también conocida como una tienda de conveniencia, de tan solo ver los productos por el cristal se le hizo agua la boca. El hambre le podía más en estos momentos, se bajó con cuidado de la espalda de su hermano, apenas sus pies tocaron el suelo, volteó en dirección hacia él, para verlo caminar como si nada. Supuso que creyó que su explicación la durmió o que simplemente ella era demasiado ligera como para que no se diera cuenta de su ausencia.

Megumi.— Sus pensamientos la traicionaron por un momento, pero la lógica de la situación en que solo sería un estorbo en aquella misión y el hambre le pudieron más. Si algo había salido mal, el más fuerte de todos se encargaría de resolverlo, o eso esperaba.

Pero para desgracia del pobre Fushiguro, la situación era completamente diferente a lo que cierta semi albina que se encontraba a 15 cuadras alejada del peligro que él se encontraba por enfrentar.

Las posibilidades que un ser humano no hechicero sobreviviera después de ingerir el objeto de grado especial denominado como el dedo de Ryomen Sukuna, el rey de las maldiciones, eran en su mayoría nulas; aquel dedo era prácticamente veneno, su cuerpo dejaría de responder en cuestión de momentos. A pesar de ser muy poco probable, a veces existen personas que hacen excepción a esta regla. Itadori Yuji, había ingerido uno de los 20 dedos existentes de Sukuna, logrando ser la primera persona en bastante tiempo en no morir al momento de que este fuera consumido, pero esto también traía consigo la peor de las consecuencias, la reencarnación del mismísimo Ryomen Sukuna.

- ,, 🦋 [ 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏 ]⌇·˚ ༘  | Jujutsu Kaisen OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora