28. El Acta de promesa

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Zelinda. 

Camino por el interior de palacio observando los coloridos pasillos repletos en varios floreros antiguos con grandes ramos de diferentes flores brillantes que les han regalo a los reyes en las últimas dos semanas. El tiempo de reinado parecía ir mejor de lo esperado para mi pequeño hermanito y Diego que día con día viajaban a diversas áreas de Bazerax, dando discursos, conociendo las tristezas de su pueblo, dando abrazos y cariño a cada persona que se acercara. 

Las noticias rebosaban sobre ellos y como actualmente un mundo entero viajaba a este gran país solo para tener la oportunidad de conocerlos, recibiendo los abrazos cálidos de los reyes y palabras de aliento a tus tristezas. 

Ambos parecían todavía temblar con cada viaje o junta importante lo cual en muchos casos era por gusto ya que jamás los trataron mal o dijeron algo que los ofendiera, todo eran halagos y peticiones de un cambio mejor para el país que ahora estaba sobre sus manos.

Llegue hasta uno de los largos pasillos encontrando el cuadro de dos metros por uno y medio que colgaba en grande regalado por la reina de Greya donde se mostraba a Lío y Diego el día que recibieron la corona, pero para ser precisos el momento donde el gran rey besaba a su esposo frente a todos los presentes. Sonreí al encontrar frente a este a Lilí que lo veía con el rostro inclinado a la izquierda, camina hasta él para hacer lo mismo e intentar saber que observaba con tanta intriga. 

- Creo que la corona realmente me queda chueca - deje que una carcajada me doblara en dos mientras Lío sostenía la aureola entre sus manos con una mueca, mi risa llamo la atención haciendo que de la sala detrás nuestra saliera Diego acompañado por el príncipe Alejandro.

- ¿Todo bien? - en este tiempo por fin había podido hablar con mi hermano menor conociendo su cruda historia en estos diecinueve años y el la mía, había caído en cuenta que a ciencia cierta mi vida había sido fácil al lado de un pequeño tratado como basura por sus propios padres. Finalizamos en una amistad y una promesa de intentar formalizar nuestra hermandad, la cual realmente resultaba en un camino largo - ¿Porque saliste? 

- He notado que no es mentira el hecho de que la corona me queda torcida - Alejandro tapo su boca conteniendo la risa al recibir un golpe por parte de Ariel, Diego mientras tanto abrazaba con amor a su esposo, mirándose ambos con esos ojitos brillantes de siempre. 

- Te queda hermosa, parece haber sido creada exclusivamente para ti - el rey tomo la corona colocando esta sobre el cabello castaño, el cual había dejado de ser lila el día que debieron otorgar unas fotografías junto a varios presidentes mundiales con la obligación de todos llevar el verdadero color raíz de cabello - a ser verdad con todo te miras perfecto. 

- No es por cortarles el hermoso momento - voltee a Madeleine la cual me parecía una chica bastante dulce junto a todos los demás amigos y familia adoptiva de Lío en los últimos días, esta se encontraba junto a uno de los ministros que observaba con fingido interés uno de los floreros que contenía rosas blancas mientras sus mejillas se sonrojaban - el ministro Joel Carillo, pide una junta urgente junto a sus majestades. 

- ¡No es tan urgente! ¡Mencione que podía esperar! - muchos personajes actualmente actuaban de la misma manera frente a los reyes ya que estos a los dos días en trono habían comenzado a realizar cambios bruscos en el país arreglando en gran medida algunos de los mayores problemas que había dejado la reina, esto haciendo que muchos comenzaran a respetarlos y dejando de juzgar la orientación sexual de ambos. 

- Por favor, ministro, pase adelante - Lío camino hasta el canoso hombre que bajaba la mirada a sus pies mientras el hermoso consorte caminaba tranquilamente descalzo en un hermoso vestido floreado naranja - si ha venido hasta aquí sin aviso anticipado doy por seguro que es realmente importante, por favor adelante. 

Oculto pero Dulce (Gay Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora