11. Cambios y Sirenas

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Esta vez, todos íbamos en asientos dobles, bueno, al menos casi todos: 

Mi lobito 🐺 y yo 🌸

Ethan 😁 y Kile 👨🏻‍⚕️, listos para comenzar a dormir en el tiempo que duraría todo el viaje, ellos realmente parecían ser amantes de dormir en todos los lugares que tuvieran disponibles. 

Zelinda 🎀 y Leticia 🔨, con una lista de las películas que tenían tiempo de ver junto a varias botanas en sus bolsas de mano.

Carlos 👩🏻‍🍳 y Matías 🚗, entre algunos besos y abrazos cerrando ambas puertas con el comentario de que dormirían al no haberlo podido hacer en la noche.

Teresa y Rosa 🌹, ambas amigas y por petición propia de ambas colocadas en el área de limpieza, también colocadas en un asiento doble al ir hablando de una serie de telenovela sobre flores, que verían desde la computadora. 

Madeleine 🛫 y Flor 🌼, las dos hermanas inseparables que mantenían diferentes libros gruesos para ir leyendo sobre diferentes leyes de Bazerax y otras internacionales. 

Ariel 🐠 como el ultimo chofer y el más callado de todos, amante de los peces, así que llevaba consigo su pecera con tres peces dorados, aun no le habíamos entregado su regalo ya que lo haríamos al llegar pero realmente deseábamos regalarle más peces, decía que eran pequeñas sirenas que no habían podido crecer y que el amaba cuidar.

Ariel 🐠 como el ultimo chofer y el más callado de todos, amante de los peces, así que llevaba consigo su pecera con tres peces dorados, aun no le habíamos entregado su regalo ya que lo haríamos al llegar pero realmente deseábamos regalarle más pe...

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Todos íbamos tranquilos, las cabinas eran grandes para un viaje de veinte horas, me encontraba recostado en el asiento mientras Diego a mi lado se mantenía tecleando en su computadora, debía comenzar una conversación y no encontraba las palabras para hacerlo, antes de llegar a Bazerax deseaba realmente hablar. Toque el botón que cerraría las puertas atrayendo la mirada de mi esposo que prefirió de igual modo dejar de lado su computadora, colocando su absoluta atención en mi y una mirada que demostraba comprensión.

- Necesito contarte todo - no quise mantener un contacto visual al no saber como contener mis lagrimas, no quería verme débil, me había prometido dejarlo todo como un pasado y ahora aquí estaba sintiendo como los recuerdos quemaban mi alma - tu me has confiado tu pasado, ahora yo necesito hacerlo también - cerré mis ojos mientras dejaba mi cabeza golpeara con el respaldo - al comienzo los Kast solo deseaban tener una hija, la niña perfecta, la muñequita perfecta, Zelinda, al ella nacer fueron felices, tenían lo que los volvería perfectos, la usarían a su conveniencia, la casarían con quien ellos quisieran, haría solo lo que ellos dijeran y así había sido hasta que su codicia de mas poder los llevo a desear una segunda hija - abrí mis ojos por un momento para notar como la atención de mi esposo era absoluta y una expresión neutra - no nací siendo mujer, no tuvieron a su segunda muñeca perfecta, mi nombre fue colocado por el deseo de una niña, Lío Val, fui vestido como una mujer inclusive en la desdicha de no ser una. 

Los pequeños recuerdos de mis padres vistiendo a un pequeño niño con vestidos rosas, encajes y ropa interior femenina rondaba mi memoria, mi madre gritando de como no era lo que ella deseaba, sobre como era una maldición a sus metas. 

Oculto pero Dulce (Gay Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora