Lilí.
Abracé con más fuerza el cuerpo a mi lado al notar como se movía con la intención de alejarse, pero el solo hecho de sentir frío me hacía agarrarme de brazos y piernas, notaba la sábana sobre mi cuerpo pero no era lo mismo a el cuerpo cálido. Escuché una pequeña risa antes de volver a acomodarme sobre el cálido y fornido pecho de mi esposo, la luz del sol entraba por las ventanas pero era feliz con el simple hecho de encontrarnos abrazados en la cama, solo él y yo.
- Sabes que necesitamos revisar su herida ¿Verdad? - escuché bastante cerca la voz de Kile junto a una pequeña risa burlona de Ethan.
- Dicelo a ella - la voz juguetona de Diego me trajo de regreso, recordando todo lo que había sucedido el día anterior y notando como la herida de mi rostro mostraba su existencia con pequeñas punzadas de dolor.
- Deseaba seguir durmiendo - sin alejarme de mi lobito solte un bostezo que atrajo la atención de los tres hombres que reían.
- Buenos días, amor - deje un beso en su torso mientras me sentaba aun con los ojos cerrados.
- Buenos días - me estiré un poco comenzando a abrir mis ojos poco a poco para encontrar una hermosa sonrisa blanca que dejaba un profundo beso en mis labios quitándome lo poco de sueño que mantenía en mi sistema - esos si son buenos días - salte sobre mi esposo comenzando a besarnos tirados nuevamente en la cama entre sonrisa juguetonas.
- Par de enamorados, necesitamos revisar una herida - recordé que estaba dando en un espectáculo a lo que preferí alejarme y sentarme de manera correcta quedando de cara a Kile que solo reía - bien, dame solo un momento - asentí antes de que el comenzará a chequear los puntos y la herida que comenzaba a asimilar el hecho de que no existe mejor doctor, pues no sentía mayor dolor que pequeñas punzadas correspondientes a sonreír o hablar.
- Varios programas televisivos ya están hablando sobre lo que pasó ayer y sobre el nuevo hashtag en contra de su majestad - algunas gotas frías iban siendo colocadas en la herida a lo que preferí seguir quieto en espera - y aunque la asistente personal ya haya intentado quitar el peso de encima con respecto al problema parece casi imposible que el país vuelva a confiar en la reina, tal parecía que hoy tenía que asistir a un orfanato en apoyo comunitario pero a primera hora el lugar a cancelado su asistencia alegando que temen por la salud física y psicológica de los menores.
- No entiendo si quiera porque quiso hacer todo ese espectáculo anoche si ella es la que salió perdiendo - Diego comenzó a caminar por la habitación mientras yo seguía con la cara en alta siendo tratado - además si su intención era que quedará grabado para la prosperidad la firma de esos documentos realmente el juego lo paro perdiendo desde un comienzo, porque tendría la intención de divorciarme.
- Nadie tiene la menor idea - Ethan llego hasta Kile observando lo que realizaba - ¿Que les parece salir a conocer el país? Hagamos un poco de turismo y permitamos a la población conocer a la princesa.
- Tengo una herida en el rostro, lo que menos tendré será atención - recibí un regaño haciendo que volviera a quedarme quieto.
- Todo lo contrario, damita - Ethan camino hasta el espejo de cuerpo completo arreglando su traje antes de voltear nuevamente - tu herida atraerá más miradas, no estamos hablando de una pequeña que pasa de vista, es una donde los puntos se han hecho notorios.
Comprendí su punto al momento en que Kile terminaba y comenzaba a guardar todo en el interior de su maletín, me observé en el espejo y no veía nada distinto más que los seis puntos imperceptibles.
- He desinfectado y revisado que este comenzando a cicatrizar - me entrego una pastilla mostrándome el vaso de agua que se encontraba sobre una pequeña mesa donde se observaban cuatro desayunos, lo observé al no comprender la razón de la pastilla mientras veía por el rabillo del ojo a Diego buscando entre las maletas todavía no arregladas - te ayudará a tener un sistema inmunológico fuerte para que la herida cicatrice más rápido y de manera segura.
ESTÁS LEYENDO
Oculto pero Dulce (Gay Love)
Roman d'amourEl puesto social se podía olvidar si encontrabas el trasero adecuado y el martillo correcto en el cual cabalgar. Encontramos a cuatro personas que prueban a sus familias al querer abandonar sus puestos sociales, que importaba ser conde o condesa, p...