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Después de aquel extraño suceso que vivió la familia Sano simplemente trataron de no darle más importancia, no querían sugestionarse ni atraer malas vibras siendo que apenas comenzaban con su nueva vida en esa casa.

La tarde había pasado relativamente bien, todos estaban cenando, el comedor era realmente espacioso, la mesa era de madera y las sillas del mismo material, todo era de un color chocolate siendo muy llamativo y resaltando aquel lugar, aunque seguía siendo bastante sombrío.

Los dos chicos seguían hablando de aquel juego que los tenía embobados, su abuelo fingía ponerles atención pero realmente estaba pensando en ocupar el jardín para seguir impartiendo sus clases de artes marciales, la rubia picoteaba un poco su comida pensando en cómo dejar en claro que no quería estar ahí, mientras tanto el azabache miraba de reojo a su hermana menor, sabía que a ella no le gustaba nada el hecho de haberse cambiado de casa, así que estaba pensando en cómo mejorar la estadía de la chica, sonrió ampliamente mirando a todos.

-Diganme, ¿Qué les pareció la casa?

-Es bastante espaciosa, por fin tengo una habitación propia y lo mejor es que es la más grande.-Dijo el rubio mientras sonreía con superioridad.

-Eso solo fue porque hiciste trampa, enano, yo iba a ganar pero tú me pusiste el pie y me caí, si no hubieras hecho eso te tocaría una habitación más pequeña.

-La suerte requiere de habilidad~

Ambos chicos se miraron como si hecharan fuego por los ojos, haciendo suspirar a los dos mayores, Shinichiro miro a su hermana con una suave sonrisa y tomo su mano llamando su atención.

-¿Qué hay de ti, Emma? ¿Qué te parece la casa?

-Parece de esas casa que salen en las películas de terror que ve Izana, todo está polvoso, el jardín es lindo, pero literalmente, esta casa está en medio de la nada, da mucho miedo, no me gusta para nada.

Todos se quedaron callados al escuchar a la menor de la familia, sabían que iba a ser difícil, en ciertas cosas tenía razón, sobre todo en eso de que estaba en medio de la nada, literalmente, la casa más cercana estaba a media hora de la suya, no sabían el motivo pero eso sí hizo sentir inquieto a más de uno.

El mayor de los hermanos suspiro y miro con cansancio a su hermana.

-Sé que no es la casa de tus sueños, no es muy bonita, tiene polvo, el piso rechina y todo parece sombrío, pero era una increíble oferta, necesitabamos cambiar de ambiente, quieras o no, estás creciendo, necesitas tu propio espacio, y no solo tú, Mikey, Izana, el abuelo y yo, todos necesitabamos nuestro espacio, por eso solo te pido que trates de acoplarte, ¿Si? ¿Lo intentarías por mi?

La menor suspiro y asintio mirando a su hermano mayor, sabía que Shinichiro se partía la espalda en su taller para darles una mejor vida, no solo a ellos como sus hermanos, si no también a su abuelo, todos querían vivir una vida feliz y tranquila, ella sabe que también fue difícil para sus hermanos, sobre todo para Mikey e Izana, ambos tuvieron que despedirse de sus mejores amigos, pero aún así estaban ahí, felices y disfrutando de aquella casa.

Iba a comenzar a sentirse como una egoísta pero la mano del azabache le hizo mirarlo encontrándose con una sonrisa sincera.

-Te dije que mañana me acompañarías por la pintura para tu habitación, ¿Qué tal si tú elijes con la que pintaremos la fachada de la casa?

Los ojos ámbar de la chica brillaron al instante haciendo reír al mayor.

-Emma, trae pintura azul, la casa se verá mejor de color azul.

-Cállate, gnomo de jardín, la casa se verá mejor de rojo.

-Yo digo que el blanco se verá mejor.

-Abuelo, el blanco es aburrido, el azul es mucho mejor.

Nuevamente comenzaron a discutir haciendo suspirar al pelinegro el cual se aclaró la garganta y miro a los menores con seriedad.

-Emma se encargará de eso, si ella quiere que la casa sea rosa entonces de ese color será, así que aquí acaba la discusión.

Todos miraron con reproche al chico para después suspirar rendidos, al fin y al cabo la menor ahora tenía el control del color en la casa.

Poco después todos terminaron de cenar, ya era noche entonces fueron a dormir, la menor entro a su habitación y se dejó caer en la cama, mirando con aburrimiento el techo de madera, esperaba que si en algún momento lloviera no hubiera goteras, suspiro y miro a un costado fijando sus ojos en la ventana, su habitación era la única que tenía ventana hacía el jardín.

Se levantó y se quedó mirando afuera, no había mucha luz, todo se veía oscuro, iba a ir a la cama nuevamente pero se percató de algo, había una sombra cerca de un árbol, sus ojos se abrieron como platos y se alejo de la ventana, parpadeo unos segundos y después volvió a mirar dándose cuenta de que ya no había nadie, suspiro y llevo una de sus manos a su cabeza.

-Creo que el cansancio está comenzando a tener efectos en mi cuerpo.

Negó y se acercó a su cama para ponerse su pijama y luego acostarse, quería descansar, apesar de todo, no había podido dejar de pensar en aquello que pasó en la mañana, suspiro y se acomodo para que luego de varios minutos se terminará quedando dormida.

Todo a su alrededor era oscuro, lo único que podía escuchar era una voz, una un tanto grave y profunda, así como también escuchaba el sonido de unas botas pisando la madera, quería saber quién era la persona que estaba ahí, pero simplemente no veía nada.

Poco a poco el ambiente comenzó a ser tenso, sentía mucho frío, las ganas de llorar comenzaron a invadirla, la sensación de ahogo incrementaba cada vez más, quería gritar, el no poder ver nada lo hacía peor, pero en algún momento un rostro nada conocido se plantó a solo unos centímetros de su cara, no podía ver bien sus facciones solo notaba los múltiples cortes en su cara, la sangre brotando de su cabeza y lo que más pudo notar fue aquella parte faltante de piel a un costado de la sien, la imagen era grotesca y lo peor era aquella sonrisa macabra que le estaba dando.

-Te tengo

La rubia desperto alterada y gritando, miro a todos lados mientras aquellas ganas de llorar volvieron, haciéndola sentirse ahogada, sus hermanos entraron corriendo, siendo el primero Mikey, el cual corrió a ver a Emma, todos se acercaron y trataron de calmarla, se notaba muy afectada, esperaron a saber que tenía pero simplemente no les decía nada, solo lloraba con desesperación.

Pasaron varios minutos en los que se decidió que Shinichiro dormiría con ella esa noche, pero apesar de estar acompañada de su hermano mayor ella no pudo conciliar el sueño, sintiéndose observada durante toda la noche, pero algo que ninguno de ellos noto fue que la ventana que daba al jardín ahora estaba abierta y una ligera brisa entraba por esta.

Ya no escaparás de mi.

Y aquí el segundo capítulo de Psicofonía, espero que les este gustando y esperen los demás capítulos, las cosas se irán torciendo poco a poco

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Y aquí el segundo capítulo de Psicofonía, espero que les este gustando y esperen los demás capítulos, las cosas se irán torciendo poco a poco.

En fin, tomen agüita y disfruten sus vacaciones :D

Tengan un buen día y revisen debajo de su cama, puede que él esté ahí.

Bye bye~

🍀❄️

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