La familia Sano se muda de casa para poder tener cada uno su privacidad, además de vivir más cómodo, lo que no saben es que a partir de ese día el infierno para ellos comenzará, sobre todo para la menor de la familia, Emma Sano.
"Te encontré"
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Esa noche fue una de las más extrañas para los tres invitados de los hermanos Sano, los chicos no dejaban de pensar en lo raro de la situación, estaban preocupados por sus amigos, pero la más afectada había sido Hina.
No entendía porque su mejor amiga nunca le había dicho nada, además de que le preocupaba que realmente algo malo estuviera pasando en aquella casa.
La castaña miro a su amiga, era media noche, la rubia ya estaba dormida, ya se comenzaba a acostumbrar a dormir con alguien a su lado, solo así no tenía pesadillas, suspiro al verla tan tranquila, hace unas horas estuvo llorando demasiado y la había visto bastante alterada, eso la dejo pensando mucho.
Las horas pasaron y Hina nunca pudo conciliar bien el sueño, los primeros rayos del sol de asomaron por la ventana de la habitación de Emma haciendo que la chica suspirará con frustración, mientras tanto, la rubia abría lentamente sus ojos, encontrando se con la mirada cansada de su mejor amiga.
No dudo ni un segundo en levantarse para mirar la con preocupación.
-Hina, ¿Estás bien? ¿No pudiste dormir?
-No es nada, Emma, estoy bien.
La castaña sonrió haciendo que su amiga frunciera el ceño, sabía que algo estaba mal y quería saber que pasaba, iba a hablar pero sus palabras quedaron atoradas en su garganta en cuanto escucho como su puerta se abría de golpe y por esta entraban Mikey y Baji, aunque el azabache tenía la misma cara cansada de Hina.
El rubio al darse cuenta corrió hasta quedar a un lado de la castaña, ladeo su cabeza mirándola con intriga.
-¿Tú tampoco pudiste dormir bien, Hina? Baji tampoco pudo, ambos tienen cara de zombie.
Los tres miraron al más alto haciéndolo suspirar, no tenía ganas de decir algo, simplemente camino con pereza hasta la cama, jalo un poco la cobija y se acostó tapándose con la manta y haciendo que en el proceso ambas chicas se hicieran a un lado.
No tardó mucho tiempo para escuchar la suave respiración de Baji, se había quedado dormido.
Los tres iban a decir algo pero nuevamente alguien entro a la habitación de la rubia, está vez era Izana y Kakucho, el peliblanco se veía bastante bien, pero su mejor amigo se notaba muy cansado, así que al ver cómo Baji dormía en la cama se acercó para empujarlo a un lado y acostarse también, haciendo que el azabache abriera un poco sus ojos para después volverlos a cerrar, y que Emma tuviera que bajarse de la cama para que así sus amigos pudieran descansar.
Cinco minutos después, los tres invitados de los hermanos Sano se encontraban profundamente dormidos mientras sus anfitriones miraban con algo de gracia y preocupación la escena, la menor de la familia fue la primera en salir de su habitación en silencio seguida de sus dos hermanos.
Antes de bajar las escaleras los miro a los dos de forma interrogante.
-¿Creen que hayan tenido pesadillas?
Los mayores negaron al instante, Izana sabía que esa expresión no era por tener pesadillas, él tuvo esa misma expresión el día que vió aquella cosa en la ventana, sabía que sus amigos habían sobre pensado todo, ¿y como no? Incluso él se la paso pensando durante algunas horas, pero simplemente decidió ignorar todo y descansar.
-No te preocupes por ellos, Emma, estarán bien, por ahora, es mejor ayudar a Shinichiro a hacer el desayuno, ¿Les parece?
Los menores asintieron y fueron a la cocina encontrándose con el mayor el cual ya había comenzado a preparar el desayuno.
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-¿Por qué no mejor se quedan a vivir aquí? Es una casa espaciosa.
Todos rieron por el comentario de Mikey, y es que sus amigos ya estaban a punto de irse, habían dormido bastante y ya pudieron recuperar energías, así que era hora de irse a casa.
-Los vendremos a visitar otro día, tu no te preocupes, Mikey.- Hablo cierta castaña, la cual se encontraba metiendo su mochila en el auto.
-Espero que a la próxima nos presentes a tu novio, me gustaría conocerlo.
La chica asintió haciendo sonreír al rubio, sus además amigos se comenzaron a despedir y una vez el auto arranco los menores entraron, su abuelo hacía ido con Shinichiro a dejar a los chicos a sus casas, además de que necesitaba ir a comprar unas cosas, así que los tres hermanos Sano tenía la casa completamente para ellos.
En cuanto estuvieron adentro, Izana fue a la cocina, quería preparar unas palomitas antes de que Mikey se terminará todos los paquete, Mikey se quedó en la sala, prendió la televisión y busco una película, Emma iba a subir a su habitación hasta que escucho la voz de su hermano mayor.
-Emma, ¿No quieres ver una película con nosotros? Voy a hacer palomitas, además tenemos otras golosinas ahí.
-Claro, pero primero iré a hacer algo a mi habitación, en cuanto todo esté listo me avisas, por favor.
El moreno sonrió y asintio haciendo que sus aretes se balancearan un poco, la rubia simplemente subió las escaleras para luego entrar a su habitación, antes de que sus amigos se fueran la ayudaron a arreglar todo ya que los tres habían dormido ahí, así que simplemente se acostó en la cama no sin antes tomar aquel diario, quería seguir leyendo, tal vez al final diga si nuevamente está viviendo con ese tal Mitsuya y tal vez este su dirección ahí, así podría ir a conocerlo y a dejarle su diario.
Lo abrió cayendo en la segunda fecha.
Noviembre 7
Las cosas van mal, no he tenido dinero para comprar algo de comer, estuve buscando empleo pero nadie quiere contratarme y esto me está comenzando a hartar.
Cuatro días, durante cuatro días no he podido comer algo, creo que incluso las calles eran mejores que esta casa, al menos afuera algún buen samaritano me daba algo de comer, pero aquí nadie ve por mi y es algo frustrante, no quiero regresar a casa de Mitsuya, sé que lo estoy preocupando, pero no quiero que regresar con las manos vacías, al menos debo ir con algo de dinero para ayudar con los gastos de la casa.
No me voy a rendir tan fácilmente pero a veces recuerdo la comida que hacía mamá, realmente quisiera regresar el tiempo atrás.
Espero que en estos días pueda encontrar algún trabajo o al menos algo de comida.
Draken
Emma suspiro mirando nuevamente aquel apodo, se sentía tan mal por aquel chico que realmente quería encontrarlo solo para saber si estaba bien, pero quería al menos leer un poco más para comprenderlo y saber cómo ayudarlo en su momento.
Justo cuando cerró el cuaderno la voz de Izana el cual le gritaba que ya estaba todo listo, la hizo levantarse y acercarse a la puerta, saliendo y cerrando para que nadie entrará y viera el cuaderno, quería mantener eso como un secreto, al menos hasta saber que pasó con ese chico.
Hasta entonces eso solo quedaría entre ella y aquellas cuatro paredes que se mantenían vigilando la día y noche.
Corre
¡Hola! Fern reportándose UwU
Disculpen el pequeño hiatus al que me fuí, me mudé de departamento y fue un proceso pesado, además de que no tuve internet hasta ayer en la tarde.
Pero en fin, ahora ya habrá actualizaciones los días predichos \^•^/
En fin, tengan una linda tarde y no sé desvelen, cuiden su espalda~
