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Antes de que llegará su abuelo y su hermano los menores terminaron de arreglar el ático, habían hecho un buen trabajo ya que ahora aparte de verse muy espacioso también estaba adornado con cosas que pusieron todos.

Los tres miraban con orgullo su trabajo en definitiva querían que sus amigos vieran ese lugar, sería su increíble lugar de reuniones.

Izana miro el reloj que tenía en su muñeca para después mirar a sus hermanos.

-Aún falta para que llegue el abuelo y Shinichiro, vamos a arreglar nuestras habitaciones y a darnos un baño

Los menores asintieron y bajaron las escaleras no sin que antes Emma tomara la libreta y la escondiera entre sus ropas, los tres fueron a sus habitaciones y estando ahí cerraron la puerta para seguir con su rutina, a la rubia aún le daba miedo quedarse sola en aquella habitación pero quería leer lo que venía escrito así que se aguanto el miedo.

Dejo la libreta en su cama para comenzar a arreglar su cuarto, no tardó mucho en terminar y antes de leer fue a darse un baño para relajarse, después de un buen rato la menor regreso a su habitación con su pijama puesta ya que estaba a casi nada de caer la noche.

Al entrar a su recámara prendió la luz y se recostó en su cama mirando la portada del cuaderno, no tardó mucho en abrirlo dejando ver la primera hoja en blanco, pero la segunda comenzaba a tener palabras y de lo que se pudo percatar es que eso era un diario y le perteneció a un chico.

Antes de comenzar a leer hojeo un poco el cuaderno, dándose cuenta de que casi todas las hojas estaban llenas, excepto las últimas cinco.

-Vaya, este chico si que tenía mucho que contar.

Suspiro y fue nuevamente a las primeras páginas, no sabía quién era el chico, tal vez era hijo de los anteriores dueños de la casa, sea lo que sea quería saber que tanto había escrito, solo esperaba que fuera algo interesante.

Noviembre 3

Mi nombre es Ken Ryuguji, no sé cómo termine escribiendo en este cuaderno, no soy de hacer estas cosas, me parecen inútiles y estúpidas, solo una chica usaría un "diario", pero Mitsuya me dijo que esto me ayudaría a desahogarme, así que veremos si es cierto.

Desde hace mucho tiempo siento que nada es lo mismo, tuve que huir de el lugar que en algún momento llame hogar pero ahora es un maldito infierno, estuve viviendo un tiempo con mi mejor amigo, pero comencé a sentirme como un parásito, su madre trabaja mucho y él cuida de sus hermanas a demás de que siempre lleva unas calificaciones impecables y yo, bueno, tuve que dejar la escuela hace unas semanas ya que el vejestorio ese iba a buscarme siempre a la salida y estaba harto de tener que esconderme y luego huir.

Me fuí de la casa de Mitsuya, él me dijo que no era necesario irme de su casa y que no era un parásito, pero simplemente ya no podía quedarme más tiempo ahí, durante días vague por las calles en busca de un lugar en el cual quedarme, por suerte logré encontrar una vieja casa, parece abandonada, es bastante grande pero está muy sucia, arreglando la un poco tal vez podría verse bien.

Aún tengo miedo de lo que esté por venir, pero no puedo regresar a mi casa, ya veremos qué tal me va en los próximos días, al fin y al cabo, por fin tengo un techo bajo el cual vivir, solo me falta buscar comida y agua, además de algunas cobijas, así podría decir que estoy viviendo en un palacio.

En fin, solo espero que en unos años pueda leer esto y poder decir "joder, fue duro pero logré salir adelante" en definitiva voy a lograr mi sueño, hasta entonces tendré que seguir luchando.

Draken

La ojiazul miro fijamente el apodo escrito al final de la nota, estaba anonadada, eso no lo iba a negar, era extraño saber que el chico que escribió eso haya pasado por tanto, solo esperaba que el lugar en el que se encuentre ahora esté bien y sin problemas, según la menor, tal vez el chico logro regresar a la casa de ese tal Mitsuya y ahora ambos estén felices y sin preocupaciones, o por el contrario, por fin pudo arreglar los problemas con sus padres y volvió a su hogar.

Iba a seguir leyendo hasta que escucho golpes en su puerta, un suave adelante se hizo escuchar y una cabellera rubia se asomo, saco el Taiyaki de su boca y le sonrió a su hermana.

-Emma, ya llegaron el abuelo, Shinichiro y los chicos, anda, hay que bajar.

Los ojos de la chica se iluminaron y como si su cama tuviera un resorte se levantó de un salto y corrió hasta la entrada de la casa, ver a su mejor amiga y a los amigos de sus hermanos la hizo sentir más tranquila, aunque no supiera que en su habitación, las hojas de la libreta se habían movido a causa de una ráfaga de aire y la fecha que sobre salió en esta página fue y siempre será una fecha importante y dolorosa.

9 de Mayo

Al llegar a la sala los menores corrían hacia sus amigos, algunos haciendo algún tipo de saludo especial mientras otros subían corriendo al segundo piso, mientras tanto, Shinichiro y su abuelo veían con una amplia sonrisa como los chicos parecían felices, eso era lo que ellos querían, una familia feliz, pero lamentablemente eso que anhelaba el azabache nunca iba a pasar, aunque por ahora tendrían un pequeño y lindo momento de paz antes de que la gran tormenta azotara aquella gran casa y a aquella pequeña familia.

Siempre estaré justo a un lado de ti

¡Hola! Fern reportándose :D

Espero que les haya gustado este capítulo :D

En los siguientes habrán nuevas cosas que saldrán a la luz, así que estén atentos UwU

En fin, espero que disfruten su día, tomen agua y coman bien UwU

Bye bye~

🍀❄️

PsicofoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora