ENTRE REYES [MALDITOS #2] (EN PAUSA)

10: 𝖙𝖔𝖉𝖔 𝖈𝖆𝖔𝖘 𝖗𝖊𝖖𝖚𝖎𝖊𝖗𝖊 𝖔𝖗𝖉𝖊𝖓

CASSANDRA

Me vestí rápidamente. El corsé me lo apreté tanto que pensé que me iba a quedar sin aire, justo como me había pasado el día de antes cuando Jaden pedía explicaciones.

De alguna forma ese corsé estaba pidiendo a gritos que lo aflojara como yo pedía ayuda durante todos estos tres años. Sin darle más importancia decidí salir en busca de mi corte.

Cuando abrí la puerta me topé de frente con Dave. Lo miré con el ceño fruncido, preguntándole con la mirada qué hacía aquí.

- El rey Jaden se ha enterado de la reunión.- mi rostro se endureció.- Y pide, que se le comenten los detalles para llevar todo a cabo.

- Lo haré cuando tenga todo tratado con vosotros. Si es que no seguís infiltrando cosas.- cerré la puerta detrás de mí.

- Cass, deberías de meter al rey en esto desde el principio.

- Ahora no es importante.

- Lo es.- me aconsejó como senescal.- No sé qué pasó entre vosotros, pero recuerda que ahí dentro eres regente, no una chica de 21 años.- inspiré hondo y solté el aire por la nariz.- Lo que vamos a llevar a cabo puede terminar muy mal sino lo ejecutamos bien desde un principio.

- Dave.- demandé.

- Solo te estoy aconsejando para evitar una tragedia.

Dave llevaba razón, lo sabía de sobra. Pero no quería...tenía miedo de que Jaden descubriera más, que quisiera más, que quisiera saberlo todo y yo no estaba dispuesta a dárselo. Miré la puerta de la habitación de Dave. Mi corte entera estaba ahí y podía destruirla tras querer protegerla tanto sino contaba con el rey.

Me detuve en seco y me giré levemente hacia Dave. 

- Anúnciale al rey que quiero verle. Necesitamos un lugar más amplio para reunirnos todos y evitar ser vistos.

Pude ver la sonrisa que intentaba reprimir Dave.

- A sus órdenes, Majestad.

Dave avanzó en la dirección contraria mientras yo iba hacia su habitación, en busca de mi corte. Llamé y no hubo respuesta, lo que significaba que estaban ahí. Habíamos aclarado que bajo cualquier circunstancia no debía de responder ante un toque en la puerta, y que esta debería estar completamente bloqueada.

Cuando abrieron la puerta, entré cerrando rápidamente detrás de mí.

- Ni un ruido.- aclaré nada más entrar.- Hay que aprovechar que son las cinco de la mañana para poder movernos libremente por el castillo.

- ¿La reunión no iba a ser aquí? - frunció el ceño el ministro de asuntos exteriores.

Yo suspiré, mirándolo.

- El rey se ha enterado de la reunión.- endurecí mi mirada, pensando en quién podría habérselo dicho, pero nadie demostró señas de nerviosismo.- Y ha pedido estar presente desde el primer minuto. Como tal, no podemos dejarlo fuera del plan, y tiene el derecho a enterarse de todo porque forma parte de esto.- sentía que la que hablaba no era yo, sino Dave. Maldito senescal y sus consejos.

- ¿Cómo podemos estar seguros de que podemos confiar en el rey para involucrarlo desde el principio? - preguntó el ministro de relaciones públicas.

- No podemos estarlo.- respondí lo más antes posible.- Tiene una alianza con Mónaco, confiemos en que debe de ser lo suficientemente astuto como para no romperla y traicionarnos.

Un golpe en la puerta me indicó que debía callarme de inmediato, hasta que escuché la voz de Dave al otro lado de la puerta.

- Hay un desván arriba totalmente despejado.- anunció y vi por encima de su hombro cómo se acercaba lentamente el rey de Dinamarca. Sin preocupaciones ni prisas.