16: 𝖑𝖆 𝖕𝖊𝖗𝖉𝖎𝖈𝖎𝖔𝖓 𝖉𝖊𝖑 𝖗𝖊𝖞

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CASSANDRA DE MÓNACO
Físicamente, estaba en una reunión con mi corte, en una sala de lo más bonita.
Yo me había encargado de que cada recoveco del castillo fuera acogedor y precioso, para sentirme lo suficientemente cómoda dentro de algo que me ha costado asimilar durante tres años: ser reina de Mónaco.

Mentalmente estaba sonriendo como una estúpida que sabe que lo último que debe hacer es ilusionarse, mientras bailaba con el rey de Dinamarca.
Mientras su mano tomaba la mía mientras miles de cámaras me cegaban con el flash y yo vencía el miedo.
Mentalmente todo era perfecto, no como la entropía que era la sala de reuniones.

- ¿Majestad? - preguntó Dave y pestañeé varias veces para volver a la realidad.

- Perdón, hoy tengo un dolor horrible de cabeza.- sonreí disculpándome y odiándome por mentir.

- ¿Quiere que pidamos...

- No, no no no, no hace falta.- le aseguré.- ¿Por dónde íbamos? - me centré en escuchar a Dave hablar.

- Las revueltas en Mónaco han disminuido, pero, como punto en contra hemos descubierto que en estos últimos días han surgido grupos radicales que están dispuestos a terminar con la monarquía.- explicó pacientemente.

- ¿Cuántos?

- Por ahora hay dos grupos.- respondió y guardó silencio un instante.- Y están armados, majestad.- murmuró, haciendo que todos mis sentidos se pusieran alerta.- Tememos que hagan algo en Mónaco o que intenten atentar contra la Corona.

Tragué saliva y fruncí el ceño, intentando buscar soluciones a toda prisa.

- ¿Los habéis identificado, a los integrantes? - pregunté y el ministro de seguridad me dio la respuesta.

- No, alteza, pero nos hemos puesto manos a la obra en aumentar la seguridad.

- Está bien. ¿Estáis seguros de que podemos con todo? Tenemos que vigilar también a Zarek y el resto de reyes eméritos...- puntualicé.

- Sí, o eso creemos, alteza.

- No me basta con creencias.- dije sería.- Necesito hechos, ministro. Si hace falta reforzar la seguridad, deberemos de hacerlo. No podemos arriesgarnos a que pase cualquiera de las dos cosas.

Él asintió y Dave continuó hablando.

- En una semana serán los premios de literatura, alteza.- mencionó Dave, y asentí posando mi mirada en él.- Creemos necesario que asista con extrema seguridad, no sabemos cuándo pueden actuar o quiénes son los integrantes.

- Dave...

- No debería ir a esos premios sin seguridad, alteza. Pueden atentar contra la Corona en cualquier momento, eso significa que es el principal punto de mira, alteza.- aunque su voz era la de mi senescal, el brillo de sus ojos me dejaba claro la determinación de que no iba a dejarme ir sin más seguridad de la usual, por mucho que yo insistiera en que fuera repartida en Mónaco.

La lucha de miradas que echamos quizá fue observada por toda la corte, pero necesitaba dejarle claro que no era necesario que fuera con más seguridad.

Si esos grupos habían surgido recientemente, ni siquiera sabrían cuándo actuar, cómo y con qué.

- Pasemos al siguiente punto, no estamos aquí para cuestionar mi seguridad, sino para proteger al reino de Zarek y de esos grupos.

- Sin reina, no hay reino, Cass.- me susurró Dave por lo bajo y enderecé mi espalda.

- Mónaco no va a quedarse sin reina, aún me cueste lágrimas de sangre levantarme.- aseguré en su mismo tono.

ENTRE REYES [MALDITOS #2] (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora