14: 𝕾𝖊𝖏𝖒𝖊𝖙, 𝕻𝖆𝖑𝖆𝖘 𝕬𝖙𝖊𝖓𝖊𝖆, 𝕳𝖊𝖗𝖆, 𝕵𝖚𝖓𝖔

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CASSANDRA
Ni siquiera hizo falta una ceremonia de cierre del baile.
Los reyes se fueron despidiendo entre ellos mientras nosotros estábamos desaparecidos.
Amelie y su esposo, junto con la corte de Jaden y la mía, fueron los que se despidieron en nuestro nombre. Ni siquiera sé cómo pudieron hacerlo si iban doblados de alcohol.

Eso fue poco profesional.
Yo era plenamente consciente, pero a Jaden creo que eso le daba exactamente igual, y aún así conseguía ser uno de los reyes más temidos.

Cuando llegué a mi habitación, dejé el vestido en una silla que seguramente estaría empapada, y cuando me vi en el espejo realmente parecía un panda.
Así que me quedé en ropa interior en un castillo de un rey que me había olvidado, y con la maleta a saber dónde.

Tres toques en la puerta me fueron suficientes para saber quién estaba detrás, sobre todo porque lo había mandado a que me consiguiera algo de ropa y buscasen mi neceser por algún lado, porque no tenía ni idea de dónde habían dejado mis pertenencias.

Abrí cinco centímetros la puerta, viendo al rey de Dinamarca sin asomarse a la puerta.

- Ya mandé a que buscaran tu neceser, quizás tarden siglos en traerlo.

Extendió su brazo para darme las prendas sin mirarme.

Observé que estaba sin camiseta, con el pelo húmedo y ligeramente revuelto, y los pantalones del traje.

Escuché ruidos al final del pasillo, y por la forma en que Jaden frunció el ceño, asomé la cabeza.
Me miró de reojo, volviendo la vista al espectáculo que había delante.
Observé cómo se ensancharon sus fosas nasales.

- ¿Qué ocurre? - dije abriendo más la puerta sin dar lugar a verme el cuerpo.

- Mira al frente, princesita.

Cuando lo hice, vi a la hermana de Jaden como una cuba y a Gale un poco más sobrio que ella.
Le lancé una mirada divertida a Jaden.

- Eso, ocurre.- murmuró.

Segundos después vi a Dave coqueteando con la misma chica de la corte de Jaden, quien elevó las cejas disparadas hacia arriba, sonriendo levemente.
Ahora era yo quien fruncía el ceño.

- Creo que me voy a quedar un poco más en tu puerta, esto parece una pasarela.- mencionó.

Dicho y hecho, detrás de Dave iba Bryce con una botella en cada mano y Amelie y Fhex riendo a más no poder.

- Es...- dije sin saber cómo describirlo.

Jaden silbó, atrayendo la atención de Bryce, que alternó la mirada entre ambos de nosotros. Miró a la ropa, a Jaden sin camiseta y el pelo húmedo, yo con todo el maquillaje corrido y semidesnuda, por lo que sonrió pícaramente.

- ¿Ya os habéis pegado el festín? - preguntó él acercándose a nosotros.

- ¿Qué? - dije escéptica y entonces lo capté. Oh, Bryce, voy a matarte. - ¡No! - exclamé.

Bryce miró a Jaden y este elevó las manos en señal de defensa.

- Qué apuesto, hasta te trae la ropa.- puntualizó Bryce.

Jaden soltó una risa por lo bajo mientras yo fruncía los labios fulminando a Bryce con la mirada.

- Bryce, estoy segura de que adoras mucho esas botellas. - insinué y lo pilló.

- Por supuesto. - dijo dando pasos hacia atrás y elevó la botella en honor a nosotros.- Buenas noches, reyes. - se dio la vuelta pero siguió hablando.- Aprovechad la noche que es larga, o joven, no me acuerdo de cómo era el refrán.

ENTRE REYES [MALDITOS #2] (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora