Lucharé Por Ti.

Capítulo 36: "Amor accidental".

Una mirada perdida mirando hacia el pequeño orizonte de una habitación, el príncipe del inframundo se sentía aburrido de estar encerrado en un lugar donde apenas puede ver la luz del día. Caminando sin lugar determinado llegó a una pequeña puerta pasadiza color rojo sin pensarlo lo abrió para darse con una sorpresa. Un grito alertó a los demás que estaban en el lugar que fueron hacía donde se encontraba el dúo de herederos.

—Por Glos... ¿Que sucedió?— pregunto Azul asustado al ver al príncipe mojado y en el suelo.

—¿Que más va a suceder?, Este asqueroso entró al mi baño. Apenas pude darme ducharme.— Respondió tratando de cubrir su cuerpo con un toallon largo.

—Que ilusa, ¿Crees que alguien se fijaría en un cuerpo con bultos muy raros?.— Inesperadamente Mack se colocó delante del príncipe para recibir una patada de la princesa haciendo que también caiga a lado de este.

—Ay... Cuanto lo siento, de verdad no quise...- murmuro Estrella.

—Entiendo su Majestad, no tiene de que preocuparse, puede desquitar su ira en mi.— aclaró Mack para estrechar su mano y así ponerse de pie con la ayuda de Estrella.

—Como puede defenderlo así...

—¿Intentabas golpear al futuro rey del inframundo?. ¿El rey que tiene la mina de oro más grande de la dimensión?.

—Para tu información también soy una futura reina. La más importante de la superficie y de la dimensión.

—Inútil, no tienes respeto ni por tu descendencia. Apuesto que no tienes ninguna magia creada para tus futuras generaciones.— dijo Elios molesto para ponerse de pie.

(...)

— No logró comprender. ¡Como se supone que haga un trato con este Reino si no conozco ninguna de sus costumbres!. ¡Es molesto parecer un ignorante ante esta princesa!— exclamaba Elios sentado en el filo de la cama en la habitación.

(...)

—En verdad lo lamento Mack. No quise hacerlo intencional.— expresó Estrella en la entrada del pequeño hogar subterráneo.

—Esta situación es una buena experiencia para el príncipe su Majestad.— respondió sirviendo una tasa de té para ofrecerle y en cuanto lo iba a hacer sintió unos pasos lentos arriba de ellos que pidió silencio.

—¿Quien podría ser?...

—Le juró que nadie sabe sobre nuestra ubicación, solo los soldados pero no llegan hasta mañana para la fiesta...— susurro Mack para tratar de oir mejor.

—Tranquilo Mack. Solo esperemos que sean pasantes.— respondió para después sentir como buscaban en entre las hojas.

—Al parecer nos encontraron. Debemos irnos de acá Mack...— comentó Estrella para tomar la mano de Mack e ir a la habitación donde se encontraba Elios.

—Su Majestad, debemos retirarnos, ya saben que estamos aquí.— dijo Mack preocupado sin dejar de mirar hacia el techo.

—¿Como se supone que escapamos si estamos en un lugar subterráneo?— pregunto molesto.

—Hay una salida para llegar al Castillo pero, lo malo es que nos deja a unos metros de este.— respondió Estrella para tomar la mano de Elios.