Capítulo 29: "Traicion inesperada".

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Moon

Sin darme cuenta, Elías y yo habíamos quedado solos. En realidad había un ser más pero este solo vigilaba la puerta. Aburridos y sin otra opción decidimos explorar el lugar donde nos encontrábamos. Era algo grande pero hacían sentirte segura.
No paso mucho tiempo para que escucharemos aquel ser vigilando la puerta diciendo que salieramos de aquí lo más antes posible. No lo entendía pero al parecer Elías sí, tomo mi mano con fuerza haciendo que corra a la par de el, dando vueltas tratando de huir de quien sabe que cosa vimos una salida trasera. Elías no dudo un segundo en ir para allá pero se arrepintió al instante ya que al abrir había un ser grande portando una espada. Elías retrocedía con cuidado cubriendome para que no salga herida. Los nervios me tenían mal, no sabía que hacer que sin pensarlo ataque al ser que amenazaba a mi amigo pero no logré nada. Fui golpeada y otro ser se encargó de sujetarme para no hacer nada. Mis ojos presenciaban como Elías fue brutalmente golpeado por uno de esos asesinos. Unos de ellos hablo diciendo que ya era de matarlo entregandole una navaja muy fina y muy filosa.

-¡Elías!, ¡Corre! Por favor levantate...- gritaba a pesar de estar atrapada por unos de los asesinos.
Trataba de hacer fuerza para liberarme pero era imposible.

-Es ahora o nunca señor. Es el destino del príncipe.- decía uno de ellos.

Elías

Con la vista borrosa veía como eligian mi vida. ¿Quiénes son ellos para decidir que debo hacer?. Apenas podía moverme. Mi mente sólo puede pensar en que le harán a Moon, no quería que por mi culpa ella perdiera su vida. Mirando a mi atacante y tratando de aclarar mi vista pude ver que aquel ser era un general de mi reino.

-Maxs... ¿Qué crees que estas haciendo?...

- ... Lo siento mi señor... No tengo otra opción.

A punto de llorar decido cerrar los ojos esperando mi final escuchando el grito Moon diciendo mi nombre.
...
¿Todavía vivo? ¿O simplemente no siento el dolor?. Abrí los ojos con cuidado para ver que paso.

- No puedo hacerlo...- Comento el general con la navaja tocando mi pecho.
Mi felicidad se hizo presente. El general no podía hacerme daño.

-¡Claro que puedes! Son órdenes específicas de nuestros superiores- dijo su compañero.

-¡No lo hare!- grito el general enfrentándose con el. Una pequeña riña hubo entre ellos que no pense que perdería mi general. Trataba de moverme pero no podía.

-Para mi será un placer acabar con el segundo hijo del Rey- dijo el cómplice del general agarrando la navaja. Veía como se acercaba peligrosamente. Sabía que este ser no tendría piedad.
A punto de cometer su acto sentí como flechas eran lanzadas. Hacía el y los demás. Al fin habia llegado la ayuda. Al fin puedo descansar tranquilo....

Lucharé Por Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora