𝗙𝗹𝗼𝗿 𝗠𝗮𝗿𝗰𝗵𝗶𝘁𝗮 [ᴛᴇɴɢᴇɴ ᴜᴢᴜɪ] [𝖡𝗂𝗅𝗈𝗀𝗂́𝖺 𝖥𝗅𝗈𝗋 𝖫𝗎𝗇𝖺𝗋]

☪ 𝗖𝗶𝗻𝗰𝗼: 𝖯𝗅𝖺𝗇𝖾𝗌 ☪

𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗩𝗲𝗿𝘀𝗶𝗼́𝗻

Dalia Bushida

Termine por recorrer los pasillos de la mansión Uzui para familiarizarme con estos. Luego de la llegada inesperada del padre del albino no he vuelto a ver a ninguno de sus hermanos, él los había regañado por ponernos a prueba y sus únicas palabras fueron:

—fui personalmente a escoger a las jóvenes, si estan aquí es porque son dignas de ser esposas de su hermano, no deseo encontrar este tipo de escenarios tontos de nuevo

No estaba segura si alguien más lo había notado, pero sus palabras fueron muy dirigidas a las que él selecciono y como Suma se había ofrecido su desprecio hacía ella era evidente o solo lo era para mí al percibir más de lo que una persona normal podría hacerlo.

Al salir al jardín logre observar al hermano del odio, lo había nombrado así ya que el albino aún no se dignaba a presentarlos. Su caminar era cuidadoso, mirando sus alrededores para escabullirse en algún lugar al que no deseaba ser encontrado. Desde mi posición podía ver cada movimiento que hacía, dejándome intrigada cuando dejo a relucir una puerta oculta entre la maleza.

¿Qué podría estar ocultando en ese lugar?

Verificando que nadie me estuviera observando me adentre en aquel pasillo oscuro siendo iluminado por la única antorcha que se había llevado el chico, quien giraba hacia la izquierda. Me retire los zapatos, siguiendo su caminar para saber lo que ocultaba en aquel lugar.

Diferentes pasillos, unos más largos que otros, hasta que por fin llegó a lo que parecía ser el final donde giro hacía la derecha. Con el kunai en mano busque su reflejo, se encontraba detrás de unas cortinas medio transparentosas en color blanco. Estaba algo alejado por lo que no podría ver con facilidad lo que estaba haciendo.

Por medio del kunai logre visualizar unas estatuas que mantenían un espacio libre donde podría esconderme, sin embargo, correría el riesgo de ser atrapada. Analice mis posibilidades y me arriesgue a moverme detrás de una de las estatuas para tener mejor vista de lo que estaba ocurriendo. A está distancia podía verlos y escucharlos.

—¿ya tienes todo preparado?

Aquella voz rasposa la reconocí al instante. Era aquel hombre que nos había escogido, el líder del clan y padre del albino. Coloque el kunai en un punto especifico, permitiendo mi visibilidad al cuarto mediante su reflejo. Padre e hijo parecían tener una plática tranquila sin notar mi intromisión en su privada conversación.

Estaban planeando matar a los hermanos Uzui.

La noticia provoco un leve sentimiento de angustia, más que nada por las chicas, los hermanos del albino no me importaban en lo absoluto. Preste más atención a la conversación, esperando al día exacto en que empezarían con la masacre si me era posible las llevaría lejos de este lugar antes de que salieran perjudicadas.