CAP 10 de Donasss

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Me aferre más al pálido cuello de Edu.¿Les gusta? Edu, suena mejor que Eduardo, ¿cierto?
Hace rato que me había llevado a comprar unas cómodas sandalias, y unos pantaloncillos cortos. Ahora que lo pienso, creo que lo mejor que pudimos hacer fue ir a mi casa, o más bien lo que yo debí hacer. Fue ir a mi casa, cambiarme de ropa y llamarle a Maria para avisarle que me había caído en una fuente, y no podría esperarlas. Si yo hubiera hecho todo eso, en este momento no estaría triste y avergonzado, por aver olvidado mi playera favorita, mis calcetas mojadas, mis tennis húmedos, mi pantalón y mis calzones ¡Sí! ¡Ando sin calzones! ¡Porque el mundo es libre y puedo hacerlo si se me antoja! El punto es que lo olvidé, en una de las tantas tiendas que visitamos buscando unas sandalias que a MI me gustaran. Hubiera elegido cualquiera pero es que habían puras blancas, y a mi me gustan amarillas. Y volviendo al tema principal, decidí no decirle nada a Edu, porque eso de andar cargando cosas no es lo mío. Aparte el chico no sé a dado cuenta que ya no llevo nada en las manos, y tampoco que ya no hay riesgo de que me resbale, caiga o me de neumonía, ni que ya no es necesario cargarme. Aunque yo muy feliz con lo último.

—Olvidaste tu ropa mojada en la tienda de sandalias. ¿Regresamos?—Mierda, si se dio cuenta.

—No, no importa.

—Ya no estás mojado.—Levanto una ceja al escuchar eso, me aferró mas a su cuello. Ni crea que pienso caminar, esto era cómodo.

—¡Sueltate!—Edu trata de quitar mis manos de su cuello, lo que no logra con facilidad.

—¡No!—Es mi grito de guerra. No pienso caminar por toda la plaza con  pantaloncillos cortos. Mostrar pierna no es para todos.

—Te comprare una dona, si aceptas caminar.—Asiento frenéticamente, soltando mi agarre en su cuello en espera de que Eddie me baje.

—Eres un flojo.—Se queja,quitando su gorra negra. Lleva el cabello en un moño.

—Y ¿Que era lo que tenías que hacer?—Pregunto. Sonriendo emocionado al notar que falta poco para llegar al puesto de donas. camino con flojera mientras trato de seguirle el paso al chico a mi lado.

—Voy a recoger unos paquetes.— Noto que su polera tiene dibujada una donita negra, en la parte derecha.

—Pero ¿No trabajabas en la cafetería?—Recuerdo ese día muy bien. Me moje, y al otro día comenze con la conquista de Eddie, y Eddie tenía gripa...

—¿Te dio gripa la vez pasada?

—Sí.—Afirma.

— Debemos tener algún tipo de tabú, con el agua.—Tomo la capucha de su suéter y me lo pongo. Huele delicioso.

—Si quiera sabes que significa tabú?—Dice, ahora observandome con esos lentes oscuros.

—No, pero no cambiemos el tema. ¿Trabajas o no en la cafetería?

—Sí, trabajo ahí. Por esa razón iré a recoger unas cajas a la donería, para llevarlas a la cafetería.

Formo una "O"Con mis labios en forma de respuesta. Eso tiene sentido.

A lo lejos puedo distinguir la tienda de donas, a lo que me emociono más ¡Ya quiero una! Tomo la mano del chico, sintiendo su calidez. Y lo jalo para que se apresure a caminar.

—La tienda no se va a ir.—Lo escucho decir entre risas, a mis espaldas.

Camino apresurado, aún con mi mano sosteniendo la del motociclista.
Una vez frente a la tienda, paro en seco. No puedo evitar extender mi sonrisa. La cual se desvanece al escuchar un carraspeó que no parece pertenecer a Edu.

Giro mi cabeza como el exorcista con los ojos de par en par. Ahí parado con los brazos cruzados estaba nada más y nada menos, que el señor Panfilo (no mencionare su apellido.) conocido también como mi Padre...Y atrás de el la señora Juana López, mi Mamá... Quien al verme, no tarda en aventar las bolsas que llevaba en los brazos, solo para sacar su teléfono y, empezar a tomar fotos. La escucho murmurar cosas sin sentido "mi sueño al fin se volvió realidad" "Yaoi gratis". Frunci el ceño sin entender el porqué de sus acciones. Eso hasta que baje mi vista hacia el agarre que sostenía con Eduardo. Lo solté  lo más rápido que pude, sonriendo nerviso.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora